El Gobierno puso toda su energía en bloquear la candidatura de Martín Lousteau. Para ello se esforzó en convencer a Lilita Carrió para que se presente en la Ciudad de Buenos Aires y ahora apuesta a partir a la UCR porteña, que ya tiene su línea de "radicales M".

Sin embargo, la conducción de la UCR capital que promueve a Lousteau está dispuesta a dar pelea y amenaza al macrismo y a Carrió con impedir el uso de la marca Cambiemos, algo que como contó LPO ya derivó en una batalla judicial en Chaco, el otro territorio donde explotó la guerra en la alianza oficialista.

La pelea escaló tras la renuncia de Lousteau a la embajada en Estados Unidos y tomó más temperatura con las últimas declaraciones de Carrió, que parece centrar su campaña en destrozar al ex funcionario. "Lousteau fue diputado y a los dos años se fue. No sé por qué viene ahora. Se le ofreció la embajada y se fue. ¿Ahora viene a disputar qué? ¿Con quién? No tengo nada contra él, pero no sé a qué vino", lanzó anoche.

Un rato antes, Ernesto Sanz le había dado su aval al espacio porteño 'Radicales en Cambiemos', un sector encabezado por el funcionario macrista Facundo Suárez Lastra y el auditor Jesús Rodríguez, quienes rechazan la candidatura de Lousteau y pretenden ir detrás de Carrió y el PRO en las listas. En el grupo también participa otro funcionario macrista, Ricardo Gil Lavedra, y el actor Luis Brandoni.

"La obligación de los radicales es aportar socialdemocracia al gobierno. Eso se hace desde adentro de Cambiemos", desafió Sanz, que se animó a decir que "después de Raúl Alfonsín, el gobierno de Mauricio Macri es el más progresista".

También Suárez Lastra desafió a sus correligionarios. "Lousteau no es radical ni integra Cambiemos" y "no agrega mucho como diputado", afirmó el ex intendente. "Que espere al 2019", le recomendó al ex embajador, repitiendo el pedido de Macri y Marcos Peña.

El ex senador Ernesto Sanz en el lanzamiento de radicales en Cambiemos.

Télam

Los mensajes de Sanz y Suárez Lastra fueron directo a la conducción de la UCR capital, presidida por Emiliano Yacobitti, pero también a la nacional, encabezada por el santafesino José Corral que hace poco respaldó la estrategia porteña.

Casi en paralelo al lanzamiento del sector que denominan los "radicales M", en referencia a los "radicales K" que encabezó Leopoldo Moreau durante el gobierno de Cristina, Yacobitti reunió a su tropa en una parrilla de Palermo y ratificaron el apoyo a la candidatura de Lousteau y el pedido de PASO.

El titular de la UCR porteña redobló la apuesta y advirtió que "para utilizar (el nombre) Cambiemos tienen que dar conformidad todos los partidos" según el acta constitutiva del frente en 2015. También, en respuesta a Carrió, recordó que en esa acta se estableció la posibilidad de que lleven candidatos extrapartidarios.

Además, Yacobitti sugirió que el acuerdo entre el PRO y la Coalición Cívica de Carrió no podrá llevar la marca Cambiemos si la UCR porteña que conduce no da su conformidad. Este tema ya generó un conflicto en Chaco, donde el PRO y la CC fueron a la justicia para impedirle a la UCR que utilice el nombre, pero no lo consiguió. 

En su cuenta de Twitter, publicó una foto de la resolución de la reciente Convención de la UCR en La Plata que dice que "únicamente podrán denominarse 'Cambiemos' aquellas alianzas transitorias distritales que integre la UCR". "Esto resolvió la convención de La Plata!!!! A quien les recuerda el Pro pretendiendo quebrar partidos desde el Estado ?????", chicaneó.

En la cena de su sector, estuvieron entre otros los legisladores porteños Marcelo Guoman, Juan Nosiglia y Hernán Rossi; la diputada nacional Carla Carrizo; y el histórico dirigente Enrique "Coti" Nosiglia, quien recordó que Macri aceptó la interna de Michetti y Larreta en 2015 y luego premió a la derrotada nada menos que con la vicepresidencia.