Elisa Carrió no cede en su disputa contra Ricardo Lorenzetti: le pidió Emilio Monzó convocar a la comisión de juicio político para el miércoles para tratar su proyecto para llevarlo al banquillo.

Como relató LPO, el miércoles la chaqueña presentó un proyecto para enjuiciar al presidente de la Corte Suprema, pero no logró que el diputado del PRO Álvaro González convocara a la comisión encargada de ejecutarlo.

Allí esperan varias solicitudes contra la procuradora Alejandra Gils Carbó, enemiga del Gobierno, una de ellos fue presentada por Carrió. Hasta hace diez días en la Casa Rosada especulaban con tratarlos aun sin tener los dos tercios para aprobarlo en el recinto, con la única idea de exponer a la procuradora ante las cámaras.

Pero el Gobierno ahora prefieren congelar la comisión antes que quedar pegado a una diatriba de Carrió contra Lorenzetti, aunque eso signifique salvar a la Procuradora. 

En definitiva, jamás podría juntar los dos tercios del recinto para aprobar un juicio político contra Gils Carbó y la idea original era sólo exponerla públicamente.

La chaqueña le planteó a Monzó que podría resolver el dilema llamando primero a una reunión de comisión para tratar su pedido contra Lorenzetti y una semana más tarde atacar a Gils Carbó.

Por ahora no lo logró: al menos hasta este sábado, los diputados de la Comisión de Juicio Político no tenían convocatorias en sus casillas de correo electrónico.

Los riesgos de sesionar en comisión contra Lorenzetti es que la embestida tal vez no termine ahí, porque la chaqueña puede alcanzar un dictamen de mayoría para llevarlo a juicio en el recinto, donde sí son necesarios los dos tercios. Pero para hace entonces ya serán públicos los motivos de su denuncia, algunos de ellos muy complejos como el supuesto negocio del presidente de la Corte con los seguros ambientales. 

Necesita 16 votos en la comisión y puede llegar aliándose con los 10 kirchneristas, los 4 massistas y algún diputado de bloques chicos como Libres del Sur (tiene a Graciela Cousinet) o el PJ de La Pampa (está Gustavo Fernández Mendía, leal a Carlos Verna). El Gobierno prefiere no desafiarla.