El tarifazo del gas del año pasado, que significó la primera crisis política del gobierno de Mauricio Macri, obligó al Ejecutivo a rediseñar el manejo político del área más complicada del país.

Marcos Peña juntó luego de la crisis a los 8 intendentes bonaerenses del PRO con todo el gabinete nacional, para analizar que había fallado. Les explicó que la crisis se había desatado porque la había manejado como manda la Constitución, a través de la interlocución del Gobierno federal con las provincias.

"Pero en la Constitución no dice que hay una cosa llamada Conurbano en la que viven casi 13 millones de personas", les dijo el jefe de gabinete a los intendentes, ante la mirada del ministro de Energía, Juan José Aranguren.

Luego de dar marcha atrás con el tarifazo, en el Gobierno entendieron que los problemas estructurales del Gran Buenos Aires debían definirse con los intendentes, en un trabajo conjunto con la provincia y la Ciudad.

La idea del Gobierno es federalizar los servicios del área metropolitana y colocarlos bajo el paraguas de un plan común del gobierno nacional, coordinado con intendentes, Capital y Provincia.

Para eso analizaron ejemplos como las ciudades de México y San Pablo, que no hacen una diferenciación con sus conurbanos y por ende tienen 22 y 21 millones de habitantes, respectivamente. Esa suma de habitantes es casi 8 veces mayor a la de la Capital argentina, aunque no tantas veces mayor a la del área metropolitana bonaerense, que tiene 16 millones de habitantes.

México y San Pablo son ejemplos de la intervención federal para garantizar los servicios esenciales del área metropolitana, como la salud, la educación, el transporte, además de la provisión de la luz, el gas y el agua.

Néstor Kirchner intentó en su gobierno crear una órgano que se abocara a coordinar los servicios de Capital y el Conurbano bonaerense y, pese al surgimiento de iniciativas interesantes, la idea nunca prosperó.

El Gobierno de Macri creó en octubre del año pasado la Comisión Consultiva del Área Metropolitana de Buenos Aires (Cocamba), para "coordinar políticas públicas entre la Nación, la Provincia y la Ciudad". Al frente del organismo quedó el radical Facundo Suárez Lastra, ex intendente de la Ciudad, aunque sólo en los papeles. No tiene poder real.

Larreta, el CEO

Quien coordina el plan para unificar la intervención federal en el área metropolitana es Horacio Rodríguez Larreta. Como anticipara LPO, convertido en una especie de CEO de los intendentes del Conurbano, el jefe de gobierno porteño comenzó a reunirlos mensualmente para asesorarlos y supervisar sus gestiones, una tarea que hizo durante ochos años como jefe de gabinete de Macri en la Ciudad.

Larreta con intendentes de Cambiemos.

Como una manera de aprovechar que por primera vez en la historia el mismo signo político gobierna la Nación, la Ciudad y la Provincia, Larreta se puso al hombro la misión de elaborar un plan de unificación de políticas con los intendentes para conseguir el financiamiento del Gobierno nacional de los servicios esenciales de toda el área metropolitana, como sucede en México y San Pablo. Luego se discutirá que aporta cada jurisdicción.

La idea es darle racionalidad y economía de escala a una problemática que desborda a la provincia y los municipios y además evitar costosas duplicaciones, que se dan por la superposición de los tres niveles: Nación, provincia y municipios, que en muchos casos conducen a suma cero: Ninguna prestación es de calidad.

El sector en el que más se avanzó en esta iniciativa es la Salud. Larreta coordina los estudios para reestructurar en un único plan los servicios que brindan los 77 hospitales de provincia y los 33 de Capital.

Por el carácter a priori utópico de esta iniciativa, en el Gobierno definieron que empezarán a desarrollar un primer nivel de acuerdo para el área de Salud, con un plan con el que buscarán reestructurar todos los hospitales de provincia y Capital.

No es un dato menor que la Ciudad tenga prácticamente el mismo presupuesto para sus 33 hospitales porteños que le que tiene la provincia para sus 77 hospitales públicos, varios de ellos ubicados en el Conurbano y con prestaciones paupérrimas, cuando están abiertos.

El objetivo de este plan es homogeneizar la calidad de atención y darle una racionalidad al sistema que permita aprovechar los recursos evitando duplicaciones innecesarias. "Se podrían dedicar algunos a tratar sólo agudos, otros especialidades y otros alta complejidad", explicó a LPO un intendente al tanto de las conversaciones.

Lo mismo en Transporte y otras áreas donde las duplicaciones no sólo hacer perder recursos sino que entorpecen la vida económica. "Un línea de colectivos que empieza en La Matanza y termina en La Boca, por ejemplo, necesita a veces tres permisos para circular, de su municipio, de la Capital y de Nación, una locura", agregó la fuente.