Francisco Cabrera, el ministro de Producción, está en la mira por sus demoras en promover políticas de producción y, causar mayores problemas económicos con sus iniciativas. El programa de Precios Transparentes es el ejemplo acabado de la gestión Cabrera: pensado para promover la competencia entre tarjetas de crédito, bajar el precio de los bienes y servicios y fomentar el consumo, terminó encareciendo exorbitantemente el acceso al financiamiento, con magras bajas de precios al contado, mareando a consumidores y comerciantes y dando un golpe bajo al ya alicaído consumo.

Por eso, la paciencia de Mauricio Macri se está agotando y en reuniones privadas es cada vez más crítico sobre los resultados de las áreas que le delega como consumo, comercio e industria. Además, el presidente se queja de su falta de proactividad.

Con un carisma especial para establecer vínculos sociales y lidiar con empresarios, no demostró tener la misma habilidad a la hora de encarar políticas sectoriales con resultados ni la inteligencia política de adelantarse a los conflictos con soluciones antes de que estallen.

El mismo Rodríguez Larreta, tras la asunción, le recomendó a Macri que no lo pusiera al frente de una cartera nacional por su falta de disciplina para el trabajo, y menos en un área sensible que requería de mucho trabajo fino para dinamizar la economía. Tanto la Unión Industrial Argentina (UIA) como la Confederación General del Trabajo (CGT) están disconformes con él.

En la UIA se cuidan de no ser críticos en público, pero en privado manifiestan desde desilusión hasta sopor por sus anuncios estéticos, la falta de profundidad en los conocimientos del ministro y las demoras en tomar cartas en el asunto frente a sus reclamos y sugerencias.

De hecho, su falta de aciertos para aumentar la producción sobrecargó de reclamos y conflictos al Ministerio de Trabajo. Por eso, con el equipo de Triaca tampoco le tienen demasiada simpatía.

De los ocho pilares del Plan Productivo Nacional, seis dependen de otras dependencias y ministerios. De él solo dependen "Defensa de la competencia y la transparencia de los mercados", un compromiso para favorecer la entrada de nuevas empresas, el abaratamiento de insumos, la promoción de la inversión con la protección de los derechos de los consumidores; y "Facilitación administrativa y desburocratización" para favorecer la creación de nuevas empresas formales. Y es un plan sin definiciones sectoriales.

Donde más actividad mostró el Ministerio de Cabrera, fue en el área de Comercio, Secretaría a cargo de Miguel Braun. Iniciativa de ambos fue el programa de Precios Transparentes que, lejos de transparentar los costos financieros ocultos -detrás un falso letrero de "cuotas sin interés"-, transparentó el altísimo "costo argentino", encareció el acceso a los bienes durables y dinamizó el consumo de los argentinos del otro lado de las fronteras.

Ministerio de Producción

Luego de decir que era una cuestión de tiempo para que consumidores y comerciantes se habituaran a esta nueva modalidad de presentación de los precios, tanto Braun como Cabrera empezaron a revisar la medida y a entender que las consecuencias deseadas distan de ser las conseguidas. Por eso, a partir de este martes, los comerciantes ya no tendrán que especificar la tasa de interés nominal anual (TNA) y el costo financiero total (CFT) con cada forma de pago en las vitrinas y escaparates. Esta obligación solo rige para las publicidades de grandes comercios y para vendedores e intermediarios online.

Y siempre y cuando, como explica la Subsecretaría de Comercio, sean las tarjetas o los comerciantes quienes asuman la totalidad de los costos financieros -o lo que es lo mismo, vuelvan a incorporarlo dentro del costo al contado- podrán poner el cartel de "cuotas sin interés". Si no, deberán solo especificar el monto de las cuotas.

internet

Es decir, que para el grueso de los comercios, los Precios Transparentes fueron dados de baja junto con la página web del programa.

"La nueva resolución simplifica y mejora la política de Precios Transparentes que busca que los consumidores tengan más información y más opciones a la hora de decidir y financiar sus compras", expresó Javier Tizado, subsecretario de Comercio Interior en un intento por disfrazar de "simplificación" otra marcha atrás del Gobierno.

Aun así, al final de cuentas, es Mauricio Macri el que sostiene y respalda a Cabrera frente a críticas de adentro y de afuera para desconcierto de su Gabinete. Ni en su equipo entienden el vínculo entre ellos.