Un funcionario que investiga el lavado de activos quedó al borde dejar el Gobierno tras apersonarse a los gritos en la Oficina Anticorrupción para quejarse de una denuncia en su contra.
Se trata de Juan Felix Marteau, coordinador nacional de Combate del Lavado de Activos y la Financiación del Terrorismo.
Marteau es un letrado Ãntimo del fiscal federal Ramón Plee, a quien suele prestarle el despacho -de hecho la hija de Plee trabaja con él-. Marteau es abogado de ClarÃn e integra la fundación RAP, Red de Acción PolÃtica, que dirige Alan Clutterbuck.
Marteau era un protegido de Alejandro Slokar, el camarista ultra K discÃpulo de Eugenio Zaffaroni que lo inicia en el mundo del combate contra el lavado. Es el propio Slokar quien lo ubicó como representante argentino ante el GAFI.
Pero luego Marteau se volvió anti K, se acercó a ClarÃn y se especializó en el tema ya como abogado de empresas.
Según Perfil, Marteau entró al despacho de Laura Alonso, la titular del organismo, pegándole una patada a la puerta, pero ella no estaba en ese momento. Y que fueron los empleados los que tuvieron que pedirle que se retirara.
El funcionario, según el mismo diario, tiene antecedentes que dan muestra de un perfil agresivo. En abril, durante una conferencia en el campo de polo, se cruzó con un abogado de un banco que lo insultó, y él respondió con un golpe, lo que derivó en una denuncia judicial. Marteau en su momento lo negó y dijo que lo habÃa empujado sin intención. Fue frente a varios testigos.
Marteau presentó el viernes pasado su descargo ante la OA, en el que desmiente haber sido abogado de ClarÃn y el JP Morgan en causas por lavado, tal como habÃan denunciado diputados del kirchnerismo.
Reconoce haber tenido a ClarÃn de cliente, pero asegura que renunció a todos los casos que tenÃa abiertos y que podÃan ser motivos de incompatibilidad. Pero el tema que despertó mayor resquemor, incluso en sectores del Gobierno, es que desde el estudio de abogados que lleva su nombre se promocionó asesoramiento para el blanqueo de capitales: a importantes funcionarios les llegó el mail del bufete. Marteau se defiende y sostiene que él ya no es parte del estudio y que los abogados que quedaron son los que mantienen la firma con su marca.
En el descargo, además, asegura que "jamás" ha utilizado "instalaciones o servicios del Estado para beneficio propio", y que el cargo que él desempeña "no tiene competencia funcional directa", por lo que está "imposibilitado de facto" de favorecer a empresas del sector privado. Ahora es el turno de la OA de darle alguna recomendación o cerrar el expediente.
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