El Concejo Deliberante de Florencio Varela quedó acéfalo porque renunciaron todas sus autoridades, y la elección de las nuevas depende de acuerdos políticos que se presentan complejos. El hecho es tan sólo un nuevo capítulo de una novela de escándalos que comenzaron el año pasado, cuando una patota irrumpió en el recinto y detonó una batalla campal. 

Daniel Zisuela, del Frente Renovador, presentó días atrás su renuncia a la presidencia. La misma actitud adoptó el vicepresidente primero, Juan Olmedo. En cuanto al vicepresidente segundo, Héctor Ávalos, desde Cambiemos aseguran que su dimisión no fue presentada y le reclaman que se haga cargo por ser el siguiente en línea de sucesión. Pero -según contaron a LPO- no tienen respuesta.

"Usted se encuentra desde el 8 de marzo de 2017 a cargo de la Presidencia", escribió el jefe del bloque del PRO, Gualberto Ríos, en una nota enviada a Ávalos este miércoles.

En Cambiemos y el FPV reina la incertidumbre sobre qué acontecerá en el Concejo, que actualmente está acéfalo. Cansados, los ediles admiten que tuvieron un año de terror, con agresiones fuera de control: volaron sillas, hubo insultos y escándalos que llevaron a recambios de autoridades. Los últimos meses fueron caóticos, pero lejos de cesar, el conflicto sigue.

Como explicaron desde Cambiemos a LPO, hasta que no se voten las nuevas autoridades lo que corresponde es ir al orden de sucesión. "De ese orden, teóricamente todos renunciaron", afirmaron y aclararon que es tan sólo una hipótesis: el macrismo asegura que en lo formal sólo están las renuncias de Zisuela y su vice primero.

"Ávalos formalmente no presentó nada", explica el titular del bloque macrista, Gualberto Ríos, en la carta que le envió para exigirle que se haga cargo de su rol. Los rumores también indican que habría presentado su renuncia el secretario del Legislativo, Daniel Hoyas, por lo que el cuerpo carece totalmente de conducción.

Según cuentan desde Varela fuentes en off a este sitio, para casi todos ya es un secreto a voces que cuando se "normalice" el Concejo, quien asumirá la presidencia será la edil Laura Ravagni, que ocupaba el puesto hasta el año pasado. 

La situación explotó días atrás, cuando Zisuela decidió dejar definitivamente la presidente del cuerpo deliberativo, al aducir "desprolijidades" en el recinto. Sin embargo, como anticipó LPO, el verdadero conflicto comenzó cuando en diciembre a un mes y algunos días de haber asumido como presidente del Concejo, Zisuela recibió un duro anuncio de parte de sus pares del FPV, con los cuales tenía una suerte de acuerdo de gobernabilidad cerrado con el intendente Julio Pereyra. La nota, refrendada por el bloque kirchnerista, requería la convocatoria a una sesión especial con el fin de elegir nuevas autoridades legislativas.

Los tiempos se congelaron: pasaron tres meses hasta que terminó de concretarse esa salida. "Creo que ya no soy útil a mi comunidad y en función de eso, no quiero ser parte de esta desprolijidad que estamos cometiendo en el cuerpo", dijo Zisuela, a quien aseguran que ya se fue como armador a Quilmes, promoviendo la candidatura de Alejandro De Fazio. "Ya pinta paredes en su nombre", dijeron desde Quilmes a LPO.

En su descargo, Zisuela aseveró: "No quiero echarle la culpa a nadie, pero me siento incómodo estando al frente de la presidencia porque creo que no estamos aportando" y remarcó que "La idea es seguir trabajando desde lo político, que tenemos mucho trabajo, porque nuestra comunidad necesita mucho".

La confusión en parte se generó porque según él indicó que dejaran la presidencia los ediles renovadores que le seguían en sucesión. "Les dije a los compañeros de liberarlos con el tema de la presidencia para que elijan ahora ellos nuevas autoridades", afirmó.

"Vine al Concejo para sentirme cómodo y brindar mi experiencia, pero hoy ya me siento incómodo. Lo hable en el cuarto intermedio con mis compañeros, decidimos dar un paso al costado y que continúen ellos", puntualizó.