Obsesivo por controlar la agenda pública, ni bien finalizó la apertura de sesiones ordinarias Marcos Peña envió una carta a la Cámara de Diputados para pedir brindar el informe de gestión.

La fecha elegida hasta ahora es el miércoles 22, cuando la oposición buscará acorralarlo con los últimos escándalos que salpican al Gobierno.

Los principales fueron el acuerdo con el Correo Argentino, los presuntos privilegios a Avianca, empresa aérea vinculada al Grupo Macri y a Fly Bondi cercana a Mario Quintana; y las cuentas en suiza del jefe de la ex Side, Gustavo Arribas.

La oposición ya empezó a armar una agenda propia para hacer ruido con esos temas y encontró en la decisión de Marcos Peña la oportunidad que no les dio el ministro de Tranpsorte, Guillermo Dietrich, que se negó a ir a Diputados a responder preguntas sobre las autorizaciones a Fly Bondi y Avianca, que instrumenta su cartera.

La jugada del jefe de Gabinete, acaso pretenda quitar de una vez estos temas de la agenda pública, pero no es la intención de la oposición que quiere "cortar en fetas" estos casos. Por eso, la zaga del Correo seguirá tratándose los martes en la Comisión de Comunicaciones, presidida por el massista Juan Brügge.

Como adelantó LPO, los massistas Facundo Moyano y Liliana Schwindt convocaron al ministro de Transporte, Guillermo Dietrich. La excusa era el tarifazo de peajes, pero el kirchnerismo quería interrogarlo sobre Avianca y ni bien lo supo Dietrich prefirió no ir.

Arribas fue a la bicameral de control de inteligencia pero dejó más dudas que certezas sobre la denuncia del diario La Nación, que difundió el detalle de 6 depósitos suyos en Suiza girados por un cambista brasileño preso por el escándalo de coimas de la constructora Odebrecht.

Peña no va a Diputados desde el 24 de agosto, aun cuando la Constitución lo obliga a visitar al menos una vez al mes a alguna de las Cámaras.

Casi no hay antecedentes de un jefe de Gabinete que haya cumplido esta norma y él parecía dispuesto a romper ese estigma, cuando la agenda de fin de año le complicó ese objetivo.

De hecho, en octubre mandó un informe para ir de vuelta a Diputados, pero Emilio Monzó prefirió no exponerlo.

El despliegue de Peña sigue siendo motivo de asombro en el Congreso: lleva hasta 40 asesores, que abarrotan el salón Illía del Senado y el de pasos perdidos de Diputados.

Tienen la misión de asistirlo si llega a dudar de alguna respuesta, pero rara vez ocurre: Marcos responde sin siquiera ayudarse de la tecnología. Toma nota en una libreta de apuntes y muy pocas veces dice no sé.