La canciller Susana Malcorra está otra vez en el centro de la polémica, esta vez por su nula reacción ante la revelación de que la fuerza aérea británica realizó en 2016 al menos seis vuelos militares secretos entre Brasil y las islas Malvinas.

La funcionaria hasta ahora se limitó a realizar un "pedido de explicaciones" a Brasil por haber permitido que los vuelos británicos hagan escala en aeropuertos de ese país, pero no realizó ninguna protesta formal contra Londres, en otra evidente muestra de su política de seducción, que hasta ahora no tiene un solo resultado positivo para Argentina.

"¿Qué espera la Cancillería para protestar por los vuelos británicos a Malvinas y por los dichos del embajador Kent?", reclamó este viernes el diputado nacional Guillermo Carmona, vicepresidente de la comisión de Relaciones Exteriores y quien reveló la existencia de los vuelos militares a Brasil, algo que está claramente en contra de los acuerdos firmados por los miembros del Mercosur.

La referencia de Carmona al embajador Mark Kent es por un polémico tuit que escribió sobre la denuncia. "Que vuelos secretos???? Basta de paranoia y conflictividad por favor", escribió. En una entrevista, Kent dijo que los vuelos que antes había dicho desconocer, son por emergencias médicas.

En cuanto a la reacción de Cancillería, se limitó a un comunicado en el que admite que durante 2016 fueron realizados al menos 6 vuelos militares (y otros 12 en 2015) operados por la Real Fuerza Aérea británica entre aeropuertos brasileños y Monte Agradable, en las islas Malvinas. E informa que se instruyó a la Embajada Argentina en Brasil para que trasmita "preocupación" al gobierno brasileño y le recuerde los acuerdos firmados en el Mercosur y Unasur.

En la nota, se informa que la Cancillería brasileña dijo desconocer los vuelos y que haría consultas al Ministerio de Defensa. "Se efectuaron gestiones con la Embajada del Brasil en Buenos Aires, cuya respuesta fue similar a la de las autoridades en Brasilia, señalando que debería tratarse de cuestiones humanitarias o de emergencias provocadas por desperfectos técnicos", agrega.

Ayer, el ministro de Defensa argentino, Julio Martínez, reconoció que no tienen explicaciones de parte de Brasil. "Es la Cancillería la que maneja estas cuestiones, ha pedido explicaciones y bueno, estamos esperando eso", declaró.

Lo cierto es que este nuevo conflicto revela que la estrategia de seducción de Malcorra con Londres no está arrojando ningún resultado positivo para Argentina, que casi de manera unilateral decidió modificar radicalmente su política respecto a Malvinas cediendo en casi todos los temas, como las sanciones. En principio, se pensaba que la idea de Malcorra era salvar su candidatura a la ONU, pero la política continúa. Londres ni siquiera detuvo el lanzamiento de misiles.

El punto más álgido hasta aquí fue la firma de un acuerdo entre los vicecancilleres en el que no se incluye la discusión por la soberanía, lo que generó críticas de ex combatientes, la oposición e incluso parte del oficialismo, concretamente de Elisa Carrió que fue durísima con Malcorra y el ex vicecanciller Carlos Foradori por haber avanzado sin informar al Congreso. La líder de la CC incluso amenazó con pedir el juicio político de la canciller, que nunca aceptó ir a dar explicaciones a Diputados.