La dirigencia radical reivindicó su pertenencia al frente Cambiemos durante el encuentro de dos días en Villa Giardino, aunque exigió mayor injerencia en las decisiones de Mauricio Macri y no pudo ocultar sus chispas internas, que hicieron tambalear un documento de unidad.

"No han desaparecido ninguno de los motivos que hicieron que Cambiemos se constituya", sostuvo el cordobés Mario Negri, jefe del bloque de Diputados y uno de los organizadores del evento, en un breve diálogo con la prensa que compartió junto al senador Ángel Rozas y José Manuel Corral, intendente de Santa Fe y presidente del partido.

"El populismo no ha desaparecido. Ha retrocedido. Y depende de nuestro grado de acierto que tenga la posibilidad de sitiarnos en la próxima elección. Eso lo comprende el radicalismo, pero también lo debe comprender el PRO y la Coalición Cívica. Y ese el desafío de Cambiemos", exigió Negri.

Acá todos se pagaron el hotel y no hubo choripanes, se jactó el chaqueño Rozas. Pero la estrella fue Prat Gay, a quien presentaron como el salvador de la economía. Nosiglia lo quiere para enfrentar al PRO en  la primaria del 2019.

No fue el único mensaje que le dio a la Casa Rosada, ni el más duro: "No ha habido buena comunicación, estamos absolutamente seguros. Yo me imagino a Cristina pagando y repagando el juicio a los jubilados aun hoy en cadena nacional. Creo que tenemos una falla de comunicación con la sociedad", insistió. 

"Este Gobierno ha dado prioridad presupuestaria a lo social. Y le dio a la CGT lo que Cristina le pijoteó y pisoteó en años. Pero entendemos que cuando el peronismo pierde, la CGT lo ordena", explicó, en alusión a la movilización que prepara el sindicalismo peronista para el 7 de marzo y que terminó de alinear al peronismo en el encuentro de este viernes en San Vicente.

Los reproches a la comunicación no se agotaron ahí: ya en el discurso de cierre, sobre un atril montado en el escenario del club Luz y Fuerza, Rozas volvió sobre el tema: "Gobernar es gestionar, hacer política y comunicar. Sin acción política y comunicación nos va costar mucho, porque este país tiene cultura peronista". El chaqueño se interesó en destacar que el radicalismo es "oficialismo" y no debe tener miedo en decirlo, por si alguno no estaba convencido. Había varios. 

Al cierre volvió a aparecer Alfonso Prat Gay, ya como rockstar. "El Gobierno tomó medidas económicas acertadas y acá está Prat Gay", lo presentó Rozas y los 400 asistentes estallaron en un aplauso, como si no se tratara de un funcionario echado del Gobierno, sino como una figura que todos respaldan y Nosiglia quiere como candidato a presidente. 

Jesús Rodríguez, Federico Storani y Marcelo Stubrin.

Había legisladores y todos los ministros nacionales radicales, intendentes pero también militancia de distintos puntos del país, aunque todos con el cartel de invitados y "pagándose los gastos. No hubo choripanes", repitió Rozas.

Fue el partido el que difundió la lista de hoteles disponibles para que cada uno hiciera su reserva y era comentario permanente la precaridad de las instalaciones, en una ciudad turística pero mucha infraestructura gremial. El actor Luis Brandoni escuchó las ponencias como uno más y recién al final subió al escenario para leer un poema de Crisólogo Larralde, suficiente para lucir sus dotes actorales.

Pero los yerros de Macri en las últimas semanas fueron recurrentes en todos los debates, siempre con la premisa de que si el presidente hablara con los radicales antes de tomar medidas evitaría crisis inútiles. "Si una medida no es discutida e incorporada a la discusión política le genera un alto costo al gobierno. Hay que incorporar la dimensión política", exigió Negri.

Fue unánime la crítica a Macri por no consultar previamente al radicalismo sus decisiones. Negri insistió en reclamar que le den más participación al radicalismo para evitar crisis inútiles.

Ya en el atril, pidió al radicalismo "repensar Cambiemos. No podemos mirar la política desde atrás. Cambiemos no puede ser una fotografía de fin de año, sino un laboratorio de ideas de todos los días, pero que además se conjuga con gestión. Villa Giardino no es el final de nada: sino el mensaje más claro que con un radicalismo más fuerte tendremos un Gobierno fuerte", planteó, con tono de oratoria calcado al de Raúl Alfonsín, a quien no olvidó de citar.

Corral trató de convencer al público de que la UCR frenó medidas como recortes educativos (insistió una y otra vez en reivindicar la educación pública). Y anunció que buscará listas de Cambiemos en todos los distritos y, si es posible, sin internas.

Y ante una pregunta de LPO sobre el rol en la sombras de Ernesto Sanz como nexo con el Gobierno, cuestionado ayer por Juan Casella por idea de Ricardo Alfonsín, dijo que en sus reuniones semanales del mendocino con Macri se lleva la opinión del partido. Negri prefirió esquivar el asunto.

La novela del comunicado

En medio de mesas de debate (Marcelo Stubrin, Carlos Pérez Llana y Federico Storani atrajeron a la militancia esta mañana con su visión de la política internacional), los referentes de la UCR se sacaron chispas por la redacción de un documento que sólo tendría valor simbólico, por tratarse de una reunión informal y no de la Convención.

Había coincidencia sobre la pertenencia a Cambiemos y en pedir participación en las decisiones del Gobierno, pero la disyuntiva era sobre cuanto estaban dispuestos a incomodar a Mauricio Macri.

Enrique "Coti" Nosiglia y Jesús Rodríguez llevaron un texto conciliador charlado con Sanz, el gran ausente de la jornada, presente en la gira del presidente en España. 

Federico Storani fue por el medio con un largo texto que celebraba el cambio de época pero reprochaba al Gobierno por equivocarse y no llamar a los radicales. Y Ricardo Alfonsín envió a sus emisarios con una proclama que, con eufemismos diversos, acusaba a Sanz de regalarle el partido a Macri.

Y aunque Mario Negri repetía por los pasillos del hotel que habría un documento "como sea", en la noche del viernes no había un texto consensuado y sí muchos reclamos.

Télam

Alfonsín, que no estuvo presente, mandó a Juan Manuel Casella a convulsionar la mesa política y luego al diputado Miguel Bazze a pedir que el texto consensuado no perdone el ninguneo de la Casa Rosada.

Y por si algo faltaba, Juan Nosiglia supervisaba que no sean explícitos con la pertenencia a Cambiemos porque en la Ciudad estaban dispuestos a enfrentarlos, con Martín Lousteau. Pueden hacerlo si lo resuelve una Convención local, pero nadie quería irse herido de las sierras cordobesas.

Curioso, Coti, padre de Juan, pasó la tarde del viernes intentando ablandar a Storani, pero no podía con los alfonsinisas. Liliana Puig de Sturbin, presidente de la convención, solucionó el dilema bajándole el tono al texto, porque en definitiva sería testimonial, aunque a esa altura todos parecían haberlo olvidado. Les dijo que sería un comunicado, pero se difundió como "documento".

Sanz, que intentó frenar la cumbre por temor a que se le vaya de las manos, se encargó de sentar a los legisladores nacionales y a los radicales que forman parte del gabinete nacional.

Y, como era de esperar, ganaron los más cercanos a Macri, porque hasta se respaldaron "decisiones difíciles" tomadas por el Gobierno"sin dejar de lado a los más vulnerables". No hubo reproches, sino un llamado "la responsabilidad" de aportar "capacidad y conocimiento político".

Sanz, que intentó frenar esta cumbre por temor a que se vaya de las manos, se encargó de sentar a legisladores nacionales y a todos los radicales del gabinete nacional, como los ministros Ricardo Buryaile (Agricultura) y Julio Martínez (Defensa), José Cano (director del plan Belgrano) y Mario Cimadevilla (jefe de la unidad AMIA).

Gerardo Morales fue el único gobernador presente, porque el resto está de gira buscando créditos internacionales, pero se atrevió a elogiar a Macri en su discurso de apertura, impensado hace dos años. 

Y la foto final fue de los jefes legislativos, que se habían opuesto a mezclarse con el PRO en la cumbre de Gualeguaychú y suelen fastidiarse con los pifies del Gobierno, ratificó que si bien sobra cacareo, no hay muchas figuras de peso decididas a abandonar Cambiemos. "Nadie lo planteó en estos dos días", celebraba Negri. 

Pero Sanz no puede estar tranquilo: el 3 de abril, en La Plata, se hará la convención nacional de la UCR y Corral anunció que buscará cambiar la carta orgánica, "que tiene tantos años como el partido".

El anuncio le pondrá un nuevo condimento a la reunión que no tendrá el dilema de definir marco de alianzas, como en cada elección nacional, pero sí sentar una postura que puede incomodar a más de uno. 

"Negri me dice voy a ver a la soprano, cada vez que se reúne con Carrió. Pero nosotros tenemos un coro y debemos hacerlo valer", arengó Corral en el escenario, antes de las palabras de Brandoni y el cierre con la marcha radical.