Los gremios docentes anunciaron un paro de 48 horas y confirmaron que el 6 de marzo no empezarán las clases en la mayor parte del país.

Tal como anticipó LPO, el Frente Gremial Docente, anunció este jueves que habrá paros el 6 y 7 de marzo.

Los docentes reclaman que haya una paritaria nacional, que desde hace una década fija un piso a la discusión salarial de todo el país, pero el ministro de Educación, Esteban Bullrich, insiste en no convocarla.

"No vamos a claudicar en el reclamo para que el gobierno cumpla la ley y respete el ámbito legítimo de la negociación salarial docente que es la paritaria nacional", advirtió Sergio Romero, secretario General de la Unión de Docentes Argentinos (UDA).

El argumento de Bullrich para no convocar a paritarias nacionales es que el año pasado firmó el compromiso para que los docentes ganen de manera automática al menos un 20% por encima del salario mínimo, vital y móvil que negocia el Ministerio de Trabajo. 

DyN

El Gobierno arguye que las provincias deben hacerse cargo de sus paritarias puesto que son las que pagan el sueldo de los docentes. Sin embargo, los gremios recuerdan que el salario docente se compone de dos aportes nacionales: el incentivo y el fondo compensador, reservado para las provincias más pobres.

"Están sin convocar desde diciembre, no cumpliendo con la ley", aseguró Romero a LPO. "Es inédito esto, es descabellado, estamos sorprendidos", agregó el titular de UDA y adelantó que marcharán el 7 de marzo junto a la CGT.

"El tema educativo es el primero en este momento en la agenda de la CGT; hoy lo hablamos con la UCR, ayer con el massismo y también con el kirchnerismo", recalcó Romero.

Bullrich no sólo generó una crisis innecesaria al borrarse de la paritaria, sino que tiene el Ministerio detonado. El ministro intenta cambiar el organigrama de su cartera y provocó una caos administrativo brutal.

Eliminó la Subsecretaria de Gestión de Políticas Socioeducativas que dirigía Ezequiel Newbery de la que dependías seis direcciones nacionales y nueve coordinaciones. Todos los funcionarios asignados a esas dependencias ahora no saben que hacer.