Los socios de SanCor están desesperados ante el creciente rojo financiero que atraviesa la firma y la falta de auxilio por parte del Gobierno nacional que, a diferencia del kirchnerismo, decidió negarles cualquier tipo de asistencia. 

En junio de 2016 SanCor cerró su balance anual con pérdidas del orden de los $ 2421 millones, una cifra muy superior a la registrada durante los ciclos -que ya habían sido críticos- 2014 (-$ 447 millones) y 2015 (-$ 263 millones).

Para cubrir el déficit, no alcanzó una decisión histórica que tomaron en una asamblea en Sunchales a mediados del año pasado en la cual decidieron vender el 90% de la línea de postres al grupo Vicentín Family Group por un monto de u$s 100 millones.

En el primer año de gobierno de Macri, dicho grupo agroindustrial se quedó entonces con el control de los productos lácteos frescos Shimy, Yogs, Sublime, Flan Casero y Primeros Sabores dado que la transferencia también incluyó las marcas.

La cuestión es que ahora, según pudo averiguar LPO, la solución que evalúan los socios de SanCor va en esta línea. Es decir, conseguir un socio que inyecte fondos para mantener las unidades de negocios y revertir el patrimonio neto negativo.

Cabe mencionar que SanCor opera mayormente en las provincias de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires y cuenta actualmente con una planta permanente de 4000 empleados que perciben un salario promedio mensual de unos $ 40.000.

En diálogo con este medio, Pedro Morini, secretario de Lechería de Santa Fe, dijo que "SanCor tendrá que recuperarse y recibir un fuerte aporte de capital dado que el acuerdo con Vicentín no logró solucionar el problema de fondo de la empresa".

Por su parte, Carlos Castro, director de la cooperativa láctea más importante del país, fue contundente: "O se logra una refinanciación o se vende la empresa. No hay salida así como está; tiene que haber una definición esta semana", señaló.

Así las cosas, en la Casa Rosada miran de reojo la crisis de SanCor. Por un lado, el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, mantiene su postura de que la empresa vaya a concurso de acreedores y negarle planes de salvataje.

En rigor, el funcionario macrista considera que lo que hizo el kirchnerismo al facilitarle fenomenales negocios de exportación de leche en polvo con Venezuela -de 2007 a 2013- fueron simplemente parches que no sirvieron para nada.

Por tal motivo, ahora las esperanzas de los socios de SanCor están puestas en el nuevo presidente del Banco Nación, Javier González Fraga, quien ya trabaja en diferentes líneas de financiamiento para la lechería (su especialidad).

Asimismo, en la empresa también confían que Macri pueda abrir las exportaciones de leche en polvo a Brasil en el marco de la gira comercial dado que actualmente rige un cupo que limita los envíos de este producto al principal socio del Mercosur.

Para tener una idea, el año pasado Brasil importó apenas 48.941 toneladas de leche en polvo argentina por un valor de u$s 124 millones, al tiempo que las compras a Uruguay fueron por un total de 101.693 toneladas por u$s 335 millones (más del doble).

En este contexto, este martes SanCor recibió duras críticas por parte de Confederaciones Rurales (CRA): la entidad acusó a la firma de ser complaciente ante el pedido del gremio de la industria láctea (ATILRA) que reclama un aumento salarial del 49%.

"ATILRA se empecina en exigir aumentos irracionales que terminarán afectando nuevamente al productor en uno de los peores años de la historia de la industria láctea con la complacencia de SanCor", apuntó la entidad que preside Dardo Chiesa.