A menos de una semana del llamado a la marcha y el paro general de la CGT, los colectiveros de la UTA ya hablan de levantar las medidas si el Gobierno de Mauricio Macri abre una negociación con los gremios.

Así lo planteó el titular de la Unión Tranviarios Automotor, Roberto Fernández, que es clave para el éxito de la protesta ya que -junto con los ferroviarios- tiene el poder para paralizar el traslado de todos los trabajadores a sus lugares de trabajo, al manejar a los colectiveros, una parte de los empleados del subte y los choferes de combis.

La semana pasada, Fernández avisó que su gremio se suma a la marcha convocada por la CGT para el 7 de marzo al Ministerio de la Producción y al paro general de la segunda quincena de marzo, que podría ser recién en los últimos días del mes.

Ahora, el gremialista le abrió la puerta a una negociación con el Gobierno. "Hay un mes para conversar y buscar una solución para todos", declaró Fernández, acaso dándole la razón a los que consideran que una convocatoria tan lejana es un guiño a Macri para que los vuelva a seducir. Al respecto, dijo que espera que el gobierno "nos llame y el Presidente nos diga qué camino van a empezar a tomar".

Las declaraciones de Fernández suceden un día después de que uno de los integrantes del triunvirato de la CGT, Juan Carlos Schmid -acaso el más combativo-, afirmara que es "prácticamente inamovible" la manifestación del 7 de marzo. Es decir, tampoco fue terminante.

En diálogo con radio La Red, Fernández indicó que la intención de la CGT "no es derrumbar ningún gobierno" pero advirtió que, "si no nos sentamos todos juntos para buscar una solución para el bien de todos, esto va a traer enfrentamientos porque acá hay que defender el trabajo".

"El Gobierno se tiene que dar cuenta que la industria y que los empresarios no han cumplido con lo acordado, y que hay un momento muy difícil porque se pierden cada vez más fuentes de trabajo", aseveró el secretario general de la UTA.

"Acá se ha prometido mucho y no se hace nada, y los empresarios tampoco ayudan al gobierno", señaló Fernández, que se quejó porque hasta el momento, "son palabras y palabras, pasó más de un año (del inicio de la gestión de Cambiemos), y se terminó la herencia".