La CGT anunció una movilización para el próximo 7 de marzo y amenaza con un paro nacional para la segunda quincena de marzo, el primero contra el gobierno de Mauricio Macri, que aún no abrió una negociación y acusa a los gremios de tener un “error de diagnóstico”.

"Hoy resolvimos no participar más de las mesas del diálogo para la producción y el trabajo mientras siga esta situación crítica con los empresarios", afirmó Héctor Daer, al término del encuentro del consejo directivo de la CGT.

Daer también cargo contra el ministro Francisco Cabrera, que como anticipó LPO logró el milagro de unificar las críticas de la CGT y la propia Casa Rosada sobre su pobre gestión frente a la crisis que golpea a la industria.

Cabrera logró el milagro de unificar las críticas de la CGT y la Casa Rosada sobre su pobre gestión frente a la crisis de empleo que está golpeando fuerte a la industria, sector del que debería ocuparse su cartera.

 "Nos vamos a movilizar con los gremios de la industria al Ministerio de la Producción el 7 de marzo donde vamos a comunicar nuestra propuesta", afirmó Daer y anticipó el paro en conjunto con los movimientos sociales: "Habrá un cese de actividades con una movilización de la totalidad de los gremios confederados para la segunda quincena de marzo, con lo cual ya hemos recibido el apoyo de las organizaciones sociales".

Fuentes del Gobierno aseguraron a LPO que, como la CGT rompió la mesa de diálogo, el Ejecutivo no se acelerará a retomar las negociaciones. Las fuentes apuntaron que el paro “es una medida excesiva” puesto que convoca a un paro “general” por conflictos “puntuales” de despidos. En ese sentido, en el Gobierno comparten el reclamo de los gremios respecto de la falta de compromiso de algunos empresarios para cumplir el acuerdo antidespidos firmado hasta el primero de marzo, pero señalan que en el marco grande, la actividad está remontando así como el empleo, según los datos que maneja la Casa Rosada.

De hecho el propio ministro de Trabajo, Jorge Triaca, justificó que la CGT haya abandonado la "Mesa del Diálogo, el Trabajo y la Producción", al cuestionar que "se ha perdido la confianza con algunos sectores empresarios" que "no dejan de hacerse los vivos".

DyN

Además, en el Gobierno dicen que la CGT tiene un error de diagnóstico de la situación económica del país.

Uno de los líderes del triunvirato cegetista, Juan Carlos Schmid, aseguró que "el diálogo está roto en la medida en que el Gobierno no reaccione y tenga otro enfoque económico".

En el Gobierno creen que por el contrario de la situación cada vez más crítica que acusan los gremios, la economía empezó a repuntar y se basan en dos datos: la suba en los últimos meses de 2016 de la actividad en la rama automotriz y la construcción, y una suba en el empleo en los últimos tres meses.

En este sentido, en el Gobierno no entienden por qué la CGT no hizo paros el año pasado, cuando la situación económica era peor que la que arrojan los datos que manejan para los últimos meses. Es por eso que creen que se trata de una situación política, acaso relacionada con las elecciones legislativas.

En el Ejecutivo además advierten una postura inflexible de Hugo Moyano, enemistado con Macri por dos temas ajenos a la CGT: la AFA y la situación crítica del correo privado OCA.