La Auditoría porteña entró en clima de guerra por los cruces entre La Cámpora y el espacio de Martín Lousteau luego de que se confirmara que el organismo de control no investigará este año la tragedia de Time Warp, la fiesta electrónica de Costa Salguero que tuvo 6 víctimas en abril de 2016.

La presidenta de la Auditoría, Cecilia Segura, perteneciente a La Cámpora, salió a denunciar que el hecho no se investigará por un acuerdo entre Lousteau y el PRO.

“Es cierto que no vamos a auditar Time Warp, pero sobre eso hay que decir con claridad que los responsables de esa omisión grave son los auditores del PRO y la auditora de ECO, el espacio que conduce Martín Lousteau, que se unieron, impusieron su mayoría y bloquearon la auditoría que desde el FPV habíamos impulsado junto con el auditor de la Coalición Cívica”, disparó Segura.

Segura advirtió que a fines de abril del año pasado, impulsó junto a los auditores Hugo Vasques (FpV) y Facundo Del Gaiso (Coalición Cívica) una investigación sobre la fiesta que fue rechazada por los auditores del PRO, Jorge Garayalde, María Victoria Marcó y Raquel Herrero.

“El desempate quedó en manos de la auditora de ECO, Mariela Coletta, de la UCR pero que pertenece al espacio de Martín Lousteau, quien decidió acompañar al macrismo y cerrar la posibilidad de que se investigue qué pasó el viernes 15 de abril en la fatídica fiesta electrónica”, acusó Segura. “Decir que la Auditoría no va a auditar Time Warp y no decir por qué no lo va a hacer o qué pasó para que no se pueda auditar, es decir media verdad, que es lo mismo que mentir. Time Warp no se audita porque el PRO y Lousteau así lo decidieron”, concluyó la pareja de Juan Cabandié.

La réplica de Lousteau

La auditora Coletta, del espacio de Lousteau, señaló a LPO que en abril de 2016 se aprobó por unanimidad en el colegio de auditores la propuesta presentada por ECO en donde se proponía auditar dos cuestiones muy importantes en relación con los hechos ocurridos en la Time Warp: por un lado la concesión del predio de Costa Salguero (que según la auditora ya había sido auditada por última vez en el 2007 con importantes observaciones y nunca se había vuelto a auditar posteriormente), y por otra parte la gestión de la Agencia Gubernamental de Control (AGC) sobre la habilitación y fiscalización de eventos masivos y locales bailables (organismo directamente responsable de llevar a adelante los controles correspondientes en eventos este caso).

“Ambas auditorías comenzaron el año pasado y se encuentran en pleno proceso de trabajo de campo”, señaló Coletta y disparó contra la gestión de Segura: “Cabe destacar que desde mi asunción en la auditoría me he encontrado con un organismo con un importante atraso en la producción de los informes producto de la gestión anterior en la cual ECO no formaba parte, por lo cual nos está llevando mucho trabajo llegar a poner al día el trabajo de nuestro organismo y es lo que más nos preocupa”.

En el espacio de Lousteau advierten que cuando Mauricio Macri gobernaba la Ciudad, La Cámpora durmió las investigaciones en el organismo de control.

“Finalmente luego de que cierren ambas auditorías y sean informadas a la legislatura y a los organismos competentes, la propuesta incluía volver a realizar una nueva auditoría sobre la AGC del tipo de seguimiento”, señaló Coletta y agregó que “este tipo de auditoría se utiliza para controlar si las observaciones realizadas en el primer informe fueron tenidas en cuentas y reparadas por el organismo auditado, de manera de evaluar si fueron corregidas o no”.

“En este caso podremos tomar un período que vaya desde los eventos realizados a inicio de 2016 y que se extienda hasta 2017 inclusive, de manera de que podamos evaluar si se ha mejorado lo observado en nuestro primer informe con el transcurso del tiempo”, explicó la auditora de Lousteau y añadió que “el objetivo de este trabajo es evaluar de qué manera funciona el organismo responsable de habilitar los eventos masivos y los locales bailables clase C, y a su vez contribuir a que mejoren sus procedimientos para que los controles sean más eficaces y eficientes”.

“La propuesta que presenté fue aprobada por unanimidad en ese momento dado a que forma parte del rol institucional que la Auditoría General de la Ciudad tiene, que lejos está de investigar para actuar como justicia, sino de tener un rol responsable que controle técnicamente, evalúe, opine, y realice observaciones que sean de utilidad a que tanto la legislatura como el ejecutivo tomen conocimiento de los problemas de nuestra ciudad y mejoren la gestión de lo público, lo que impacta directamente en la vida de los ciudadanos”, concluyó Coletta .