El Gobierno de Mauricio Macri prepara una jugada política y judicial para que Elena Highton de Nolasco permanezca en la Corte Suprema a pesar de que en diciembre cumple 75 años, el límite que establece la Constitución Nacional y que la jueza pretende eludir a través de un amparo que presentó a fines del año pasado.

Highton de Nolasco está decidida a seguir el ejemplo de los fallecidos Carlos Fayt y Enrique Petracchi y demorar a su jubilación, a pesar de lo que establece el artículo 99 de la Constitución Nacional (que da posibilidad a cinco años más con acuerdo del Senado). El caso es distinto ya que la jueza asumió en 2004, mientras que sus ex colegas lo habían hecho con la anterior Constitución por lo que la propia Corte determinó en 1999 (ante una acción declarativa de inconstitucionalidad presentada por Fayt) la nulidad de la cláusula en su caso. Petracchi se acogió a esa doctrina.

En su presentación, Highton plantea que en la resolución del caso Fayt, en 1999, la Corte indicó que los constituyentes se excedieron en su mandato, ya que alteraron “la inamovilidad de los jueces” pese a que el Congreso no los había habilitado -explícita ni implícitamente- para hacerlo. Señalaba el fallo que este tema es una atribución exclusiva del Poder Judicial.

Con el arribo de Macri a la Casa Rosada, Highton abandonó sus posturas cercanas al kirchnerismo y estableció una buena relación con Rossatti, lo que le permitió al Gobierno romper la mayoría automática de Lorenzetti.

El amparo de Highton recayó en el juzgado en lo contencioso administrativo federal de Enrique Lavié Pico, que antes del inicio de la feria le pidió al Estado nacional que brinde un informe sobre la situación de la magistrada.

Según supo LPO, en el Ministerio de Justicia, que conduce Germán Garavano, están analizando realizar una presentación para dar una opinión sobre el amparo de Highton, pese a que los asesores legales entienden que no están obligados a hacerlo.

Pero en la Casa Rosada quieren que la jueza se quede en la Corte porque entienden que los favorece en el constante tire y afloje que tienen con Ricardo Lorenzetti. “Su presencia le da una dinámica muy positiva para la nueva relación con la Corte”, le dijo a LPO una fuente del Gobierno nacional.

Es que con el ingreso de Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz, el Gobierno logró romper con la “mayoría automática” que tenía Lorenzetti y cambió la dinámica de la discusión de los fallos, con una negociación más profunda en cada uno de los temas. Highton, que era la más cercana al kirchnerismo en la última formación, se acercó mucho a Rosatti y también tiene diálogo fluido con la Rosada. Lo mismo sucede con Rosenkrantz. En síntesis, Macri logró licuarle el poder a Lorenzetti.

El caso Schiffrin 

Para evitar que la jugada a favor de Highton de Nolasco sea muy evidente, en el Ministerio de Justicia van a disfrazar el apoyo dentro de un pronunciamiento más general de respaldo a la permanencia de los jueces (de todas las instancias) más allá de los 75 años.

Lorenzetti con Macri y Garavano

Se trata de un tema que está en boga por la resolución del amparo del camarista platense Leopoldo Schiffrin, que en las instancias inferiores logró fallos a favor. Según trascendió el año pasado, Lorenzetti tiene decidido revocar el amparo de Schiffrin, aunque el fallo se habría demorado porque sólo logró el respaldo de dos cortesanos y estaría buscando al menos un voto más.

Más allá de la búsqueda de consenso, Lorenzetti sabe que revocar el amparo Schiffrin provocará un terremoto en el Poder Judicial. Es que además de Schiffrin, hay unos 70 jueces que deberían jubilarse si se caen los amparos. Entre ellos, María Servini de Cubría. El gobierno viene enfrentado reclamos porque siguen vacantes de un 20 a un 30 por ciento de puestos claves de la Justicia. Si se rechazara el amparo de Schifrin, ese número podría rozar el 40%, una situación imposible con los actuales reclamos por falta de justicia.

Además, Lorenzetti tendría otro problema, pero fuera del Poder Judicial. Es que Schiffrin tiene el respaldo de la principal enemiga del titular de la Corte: Elisa Carrió. La diputada oficialista ya advirtió el año pasado que Lorenzetti quiere sacarlo por haber declarado que los delitos de corrupción son imprescriptibles. “No le llega ni a los talones”, disparó.

Plan B fallido de Lorenzetti

A fines del año pasado, el titular de la Corte jugó con la posibilidad de la jubilación de Highton, algo que por lo visto daba por hecho. Cuando estallaron las denuncias de Carrió en su contra y luego del trágico accidente que protagonizó en Rafaela y que terminó en la muerte de un joven, Lorenzetti entró en crisis y amagó con dejar la Presidencia.

Horacio Rosatti

Télam

Golpeado, el rafaelino llamó a su amigo Ernesto Sanz y le comentó que analizaba dejarle el cargo a Highton. La jugada era esperar que pase el momento de crisis y volver a la presidencia el año que viene, ya con la jueza jubilada. Una especie de licencia.

La jugada fracasó por dos motivos. El primero es que Lorenzetti pretendía correrse pero dejar a cargo de la administración de los fondos a su mano derecha, Héctor Daniel Marchi, otro denunciado por Carrió. Ninguno de los integrantes de la Corte aceptaba esa opción. El segundo motivo fue que Highton presentó el amparo para quedarse y la idea de Lorenzetti de una especie de licencia quedó en el olvido.

Un dato extra de la trama es que Highton de Nolasco también tiene su plan B. De no conseguir aval judicial, la jueza intentará una extraña reelectura de lo que se consideran “los 75 años”. Intentará plantear que ese límite no es el día que cumple los 75 años, sino el día antes de cumplir 76. Como los cumple el 7 de diciembre, lograría así quedarse casi hasta fines de 2018.