Marcos Peña quiere imponer a su "controller" Fernando de Andreis en el comando de campaña de María Eugenia Vidal, para las decisivas elecciones de medio término de este año. Se trata de un delicado equilibrio interno que empezó a tejerse este miércoles en un almuerzo en San Telmo, junto a María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta.

De Andreis es el secretario General de la Presidencia y además de tener la confianza de Mauricio Macri (es hermanastro de la ex mujer del presidente, Ivonne Bourdeu), es un hombre del riñón del Jefe de Gabinete, que tiene distintos alfiles para supervisar la actividad política de integrantes del PRO.

Peña llegó acompañado por De Andreis al almuerzo en la parrilla La Brigada de San Telmo, mientras que Vidal  fue con Federico Salvai, jefe de gabinete y principal armador de la gobernadora. Larreta lo hizo con su vicejefe, Diego Santilli.

La reunión marcó también una primera postal por donde pasarán las definiciones electorales. "La reunión es importante también por quien no está en la foto", agregó a LPO una fuente del Gobierno.

Marcos Peña quiere sumar a Fernando de Andreis a la campaña de la provincia, en una relación de colaboración y tensión con Vidal, que exigió autonomía para definir las candidaturas.

Vidal tiene un margen de autonomía importante porque conquistó el territorio que hizo a Macri presidente. 

Salvai es su histórica mano derecha y será quien definirá el trazo grueso de las candidaturas y la estrategia bonaerense de Cambiemos, confirmaron a LPO fuentes al tanto de las negociaciones.

En principio, se acordó que Vidal mantendrá su "autonomía" para definir las candidaturas en la provincia, aunque allegados a Peña confirmaron a este medio que como el PRO es "un equipo", el jefe de Gabinete también se meterá en ese armado. 

"De Andreis manejó la campaña de Larreta contra Michetti y la ganó", agregaron cerca de Peña, resaltando los pergaminos de su enviado al equipo de Vidal.

Las fuentes confirmaron a LPO que en el almuerzo se analizaron “distintos escenarios electorales” y se empezó a “coordinar el trabajo pensando más en lo electoral: estudiar qué expectativas hay en la Provincia y en la Ciudad, y de qué manera Nación puede ayudar".

Hasta aquí no está claro como será la injerencia de Marcos en la Ciudad, aunque se sabe que el jefe de bloque de la Legislatura, Francisco Quintana, le responde de manera directa y en el Gobierno no descartan que pronto se sume a la Casa Rosada como número dos del ministerio del Interior.

Pero Larreta siempre fue un hueso duro para el actual jefe de Gabinete. Como explicó LPO, Larreta se convirtió en el “CEO” de los nuevos intendentes del Conurbano que tiene Cambiemos y supervisa sus gestiones. El jefe de gobierno es, junto a Vidal, uno de los pilares en los que se apoya Macri para la campaña. Este medio adelantó que el PRO definió que Macri será la cara de la campaña.

Como esa decisión no satisface a los intendentes de Cambiemos, que prefieren que la estrategia electoral se sintetice en la imagen de Vidal que mide bastante más que el Presidente en esa zona caliente.

La relación de Marcos Peña con Vidal -como con Larreta- es un punto delicado de la interna del PRO, ya que el jefe de Gabinete no oculta sus ambiciones presidenciales, ni su vocación de ser el jefe político, por debajo de Macri, del espacio oficialista. Esto con dirigentes con votos y peso político propio, como el jefe de Gobierno y la Gobernadora, no es sencillo.