El presidente Mauricio Macri llegará este martes a Mendoza a participar de los actos por los 200 años del cruce de los Andes. Será recibido por el más fiel de los gobernadores, Alfredo Corejo, que difícilmente plantee en público alguna diferencia con el jefe de Estado.

En este contexto, es que este lunes, tras conocerse la intención del Gobiero nacional de elimiar la feria judicial –o al menos en la forma en que la conocemos–, el procurador de la Corte de Mendoza, Alejandro Gullé, salió a pedir lo mismo.

No son inocentes las declaraciones de Gullé, teniendo en cuenta que en más de una oportunidad se ha manifestado “hombre del gobernador” y que el mismo Cornejo ha hablado de que el jefe de los fiscales debe ser “como un ministro de Poder Ejecutivo”.

En ese sentido, la palabra de Gullé es la palabra de Cornejo. “Hasta la misma Corte de la Provincia podría decir ‘a partir de ahora tratando de ser un servicio público esencial tratemos de tomarnos vacaciones de otra manera’”, lanzó el procurador en declaraciones radiales, haciendo referencia al máximo tribunal con el que Cornejo ha tenido más de una agarrada en su poco más de un año de gestión.

“No pretendo dejar sin vacaciones a los magistrados, pero creo que hay que reprogramarlas de otra manera”, afirmó Gullé, y agregó: “El Poder Judicial es un servicio público esencial y tiene que funcionar como los hospitales. Entonces habrá que, mediante una gestión adecuada, reprogramar vacaciones para que los jueces se puedan tomar vacaciones de manera alternada para que siga funcionando el Poder Judicial”.

La requisitoria a Gullé –híper mediático, encargado de salir a explicar cómo está actuando el Ministerio Público Fiscal en cada hecho resonante de inseguridad– vino a colación de la idea que lanzó el ministro de Justicia de la Nación, Gustavo Garavano, de eliminar la feria de 45 días al año de la que goza el Poder Judicial de la Nación.

Con todo, se trata de otra postura de Cornejo llevada al ámbito judicial, en este caso de la mano de su “ministro” en Tribunales, el procurador Gullé. Además, le vino muy bien para demostrarle a Macri que sigue siendo el gobernador incondicional, más allá de que si algunas medidas macroeconómicas le estén complicando el pago chico.