Muni Jensen recuerda con nostalgia como cambió Washington en los años de Obama: "Se convirtió en una ciudad cool, diversa". Hace décadas que por estudio o trabajo vive en esta ciudad. Oriunda de Cali, extraña el calor de su país, pero reconoce que con la llegada de Donal Trump al poder, para el periodismo es un momento fascinante.

Columnista de El País de Cali, politóloga del Trinity College, trabaja en la prestigiosa firma Albright Stonebridge Group, de la ex secretaria de Estado de Bill Clinton. Acaba de publicar junto a Manuel Erice, corresponsal en Washington del diario español ABC, el libro "El triunfo del showman", que bucea las once claves que permitieron al magnate ganar la Presidencia.

En un coqueto restaurante japonés de Dupont Circle, accedió a hablar con LPO sobre el fenómeno que sacude a Estados Unidos y el mundo.

¿Por qué crees que ganó Donald Trump?

Entendió muy bien a su mercado y le vendió el producto que necesitaba. SE trata del hombre blanco que fue abandonado por el ex presidente y por Hillary Clinton.

¿Por qué decís que Obama y Hillary abandonaron a los blancos?

Hillary hizo unos cálculos basada en repetir la fórmula que llevó a Obama al poder dos veces a través de una coalición de minorías que agrupaba a afroamericanos, latinos, jóvenes, mujeres e intelectuales y elites de las dos costas de Estados Unidos. Se olvidó Hillary de los que llevaron al poder a Bill Clinton, el hombre trabajador de los pueblos medianos de Estados Unidos, que crecieron con la producción industrial.

Sin embargo, Obama recupera la economía respecto a la crisis en la que la dejó Bush y lanza un programa de asistencia médica como el Obamacare ¿Por qué crees que esa gente no le reconoció esto?

Hay un problema de fondo y uno de forma. El de forma es que no supo comunicar los logros que tuvo en materia económica. Recibió un país en una debacle tremenda y lo llevó a una tasa de desempleo menor al cinco por ciento y una estabilidad envidiable. Siempre se decía que Bill Clinton siempre fue mejor para comunicar sus logros, se lo llamaba el comunicador en jefe. Obama nunca sintió que tenía necesidad de hacer ese esfuerzo y lo que ocurrió es que ese bienestar no se le atribuye a su presidencia.

Por otro lado, ese bienestar no llega al bolsillo de la gente ni al empleo en zonas muy especificas tan rápido como llegan a las cifras macroeconómicas. Ese hueco lo detectó muy bien Trump y esos fueron los votos que buscó.

¿Qué parte de esta derrota del Partido Demócrata se le puede atribuir a Hillary?

Hillary hizo una campaña llena de errores, parece mentira que haya sido antes candidata y no haya aprendido de sus pasados errores. Es una persona de temperamento difícil, no conecta con los votantes. Se la ve distante, arrogante y acartonada. Ella se olvidó de hacer una campaña para las mujeres y se demoró mucho en explotar que iba a ser la primera presidenta mujer de la historia.

Hillary tuvo un mensaje tibio y subestimó mucho a un rival que tenía un mensaje contundente de volver a América otra vez grande y no supo contrarrestarlo.

El regreso del racismo

¿Qué pensás de esta irrupción de nuevo del problema de la discriminación racial? ¿Se agrava con la llegada de Trump a la presidencia?

El problema más grande de Trump es que no sabe silenciar a los radicales que en nombre de él hacen cosas racistas y a los grupos extremos que están representados en la Casa Blanca por Stephen Bannon. Tal vez Trump no sea un hombre racista per se, pero él le ha dado voz al racismo en Estados Unidos, que está presente en los colegios, entre la población y que ahora abrazados a este nuevo concepto que no hay que ser políticamente correcto hace parte del diálogo público como nunca antes.

Pero también hay una responsabilidad de Obama, que por tratar de ser muy cuidadoso por ser el primer presidente negro, siempre se presentó como el presidente de todos los norteamericanos y no abrazó las banderas de los afroamericanos y no pudo contrarrestar los episodios de violencia racial. Y así dejó que tomara vuelo este nuevo racismo.

¿Crees que con Trump hay algún sentido de revancha de los blancos?

Lo que ocurrió es que este hombre blanco que se sintió abandonado, también tiene la sensación de haber sido perseguido y de ser una minoría y actúan como minoría: Con desafío, con activismo y con un desenfado que no se había visto antes.

Mis hijos van a un colegio público aquí en Maryland y hace un año que perciben como han comenzado a crecer los chistes racistas, los comentarios de mal gusto, las agresiones y se han visto esvásticas en los baños. Está mucho más aceptado socialmente ser racista.

¿Pensas que ese sustrato se puede combinar mal con este discurso del orden de Trump, esta glorificación de la policía?

El tema de la militarización de la policía viene del gobierno de George Bush, después del 11 de Septiembre, cuando comenzó la guerra contra el terrorismo. Se la dotó de armamento militar y se les dio entrenamiento militar para que patrullen las calles y eso no ha salido bien. En algunos lugares como Baltimore es necesario, pero los excesos policiales se repiten y casi siempre tienen un componente racial.

¿Porqué hubo un porcentaje importante de mujeres que votó por Trump, con todo lo que dijo?

El 53% de las mujeres blancas votó por Trump, pese a todo su discurso misógino. Es muy difícil de entender que lo hayan elegido en vez de votar por una mujer, entregada a la causa de las mujeres. Pero en los pueblos y ciudades pequeñas de Estados Unidos las mujeres también están afectadas por el desempleo de sus maridos y sus hijos. A ellas les caló mucho más un discurso de volver al empleo, a las industrias; que un discurso dicho en Washington del derecho a la igualdad del salario para las mujeres. Entró mejor un discurso mucho menos sofisticado.

Los republicanos que pegaban en grito en el cielo por el déficit de Obama, ahora se enfrentan a un Trump que quiere aumentarlo incluso más para su mega plan de obra pública: ¿Pensás que en el Congreso los republicanos le pondrán algún límite?

Trump tiene una ventaja política grande: Tiene mayorías en Diputados y Senado. Todos los bloqueos que le hicieron a Obama de planes parecidos de infraestructura, ahora van a pasar facilísimo. Eso va a reactivar la economía y el empleo. Tal vez el hecho de contar con esas mayorías y ese deseo tan inmenso que tiene de ganar, es un hombre tremendamente competitivo, haga que logre políticas buenas para la economía. En ese sentido no soy apocalíptica, creo que el mayor riesgo que representa está en las relaciones internacionales y su carácter impredecible.

¿Cómo se vive aquí esta novedad del presidente enfrentando a los medios, que es tan habitual en Latinoamérica?

La relación de la prensa y el Gobierno se ha latinoamericanizado (risas). Lo cierto es que la prensa tuvo un papel fundamental en la elección de Trump, porque lo elevó a categoría de super estrella al cubrir 24 horas todo lo que decía. El supo aprovechar eso muy bien. El tiene dos ventajas: Una que se salta los medios a través de Twitter, sabe hacerles un by pass muy efectivo. Y el otro es que sabe señalar buenos y malos. Así en las ruedas de prensa va señalando quien lo hizo bien y quien mal.

El dilema para los medios es saber que cubrir de Trump y la objetividad: Las grandes cadenas ahora están buscando trumpistas para balancear un poco la cobertura.

Pero al mismo tiempo es una oportunidad enorme para los medios porque les dio rating a muchos que estaban en malas condiciones. Pero al mismo tiempo por primera vez en la historia reciente van a estar perseguidos.

¿Crees que va a haber una persecución?

Si, lo vamos a ver como un hostigamiento. El los saca de las ruedas de prensa, los saca de listas de acreditados y los señala.