Donald Trump juró este viernes como 45° presidente de los Estados Unidos, en un acto de asunción el que ratificó sin ningún tipo de moderación el discurso proteccionista con el que ganó las elecciones y en el que le apuntó duro al establishment político de Washington.

“Regresamos el poder al pueblo”, arengó Trump al inicio de un discurso bastante más breve de lo que acostumbran los presidentes estadounidenses en sus asunciones. “Estamos unidos en un gran esfuerzo nacional para reconstruir nuestro país y restaurar su promesa para todo su pueblo”, continuó, mientras Barack Obama lo escuchaba a su lado.

Inmediatamente, el magnate concentró las críticas en el establichment político de la capital estadounidense. "Estamos transfiriendo el poder de Washington de vuelta a ustedes, el pueblo. Por mucho tiempo, un grupo pequeño de la capital ha estado obteniendo recompensas mientras el pueblo pagaba los costos. Los políticos prosperaron pero los empleos se marcharon, las fabricas se cerraron", lanzó.

“Todo eso cambia, empezando aquí y ahora”, se animó Trump, que agregó que los “triunfos” del establishment “no fueron del pueblo”, por lo que llamó a romper con la lógica del predominio de Washington por sobre el resto del país. “Lo que realmente importa es que el gobierno este controlado por el pueblo”, continuó.

Télam

Luego, el nuevo mandatario dio paso a los otros dos ejes de su discurso: aislacionismo y proteccionismo. En el primer eje, Trump cuestionó que durante muchos años “hemos defendido las fronteras de otros países sin proteger las nuestras”. Del mismo modo, remarcó que EEUU gastó millones en sostener las Fuerzas Armadas de otros países, en detrimento de la propia.

El mandatario remarcó que en todo lo referido a la política exterior piensa anteponer los intereses estadounidenses a los de países aliados: “Vamos a buscar buena voluntad con los países del mundo pero poniendo en primer lugar nuestros intereses”. Además, ratificó que mantendrá la lucha contra el terrorismo islamista, al que dijo que va a “erradicar de la faz de la tierra”.

Se viene el proteccionismo

Trump no moderó ni un poco su discurso proteccionista de la campaña y ratificó que el eje de su Gobierno será “Estados Unidos primero”. “Vamos a seguir dos reglas sencillas: compren productos estadounidenses y contraten a los estadounidenses”, remarcó como guía de su gestión.

"Las fábricas se fueron de nuestras tierras sin pensar en los empleados estadounidenses, la riqueza de la clase media le fue quitada y distribuida por todo el mundo", indicó el magnate, que llega a la presidencia respaldado por el voto duro de los trabajadores estadounidenses, víctimas principales de la crisis económico. “Traeremos de vuelta los empleos, nuestras fronteras, nuestra riqueza”, les prometió.

La movilización para la jura de Trump dejó claros importantes respecto a otras masivas asunciones de presidentes.

LPO

“Cada decisión sobre comercio, impuestos e inmigración, asuntos extranjeros, se tomará para beneficiar a los trabajadores estadounidenses, para defender a nuestras fronteras”, adelantó, en un signo de que además de proteccionismo económico va a endurecer los controles migratorios, como se cansó de repetir en la campaña. "La protección va a llevar a más prosperidad. Lucharé con ustedes con todas mis fuerzas y nunca, nunca los voy a decepcionar. EEUU va a empezar a ganar otra vez", prometió.

Acaso uno de los pocos cambios notorios en el discurso de Trump fue respecto a México. El nuevo presidente no habló de la construcción del muro y no hubo alusión directa a su país vecino, habitual víctima de los dardos durante su campaña y también después de ganar las elecciones.

Aunque su proteccionismo afecta directamente a México, es un dato importante que en su primer discurso como presidente haya evitado la agresión hacia el país vecino. Como explicó LPO, en Washington había temor por un posible discurso explosivo de Trump contra México, que podría afectar definitivamente la relación. Ese temor, en parte, se disipó.

El problema que tiene Trump para acelerar la embestida contra México es la interdependencia de las dos economías. Es por eso que algunos de los integrantes de su gabinete están planteando que los temas más complejos, como la construcción del muro y las barreras arancelarias, sean presentados como un trabajo conjunto.