El caso del ministro mendocino que fue echado por Alfredo Cornejo tras ser denunciado por su novia de haberle pegado una trompada, no es el único que tiene que ver con una temática que es muy sensible al sentir social y que golpea al Gobierno mendocino.

Son varias las situaciones que han dejado mal parados a funcionarios mendocinos, e incluso al mismo Cornejo, quien ha ordenado avanzar en acusaciones sobre magistrados que, a su entender, favorecen a delincuentes. Tal es el caso del fiscal Fabricio Sidoti, acusado de no haber detenido a un hombre denunciado por violencia de género que terminó matando a su hija.

Con todo, el escándalo del ministro de Salud parece una broma del destino para Cornejo. De vacaciones, el gobernador debió echarlo de tras recibir un llamado de su vice, Laura Montero, quien le narrró la situación: el domingo en la madrugada, Laura García (48), psicóloga, especialista en RRHH y empleada de la cartera sanitaria desde 1999, se presentó en la Oficina Fiscal 15 y denunció que su novio, el ministro Rubén Giacchi (62), le había pegado una trompada tras una discusión en su fiesta de cumpleaños.

La decisión de Cornejo fue inmediata: sacar al médico obstetra de su cargo. A su vez, coordinó con el preocurados Alejandro Gullé –un virtual ministro del Ejecutivo en el Ministerio Público– a dar la explicaciones del caso respecto a la investigación de la denuncia de García.

“Giacchi fue imputado, pero no detenido porque no hay antecedentes en su contra. Pero sí se dictaminó una orden de restricción de acercamiento a Laura García”, detalló Gullé.

Pero el caso del ex ministro no es el único que le ha traído problemas a Cornejo en una provincia que ha vivido y sufrido atroces casos de violencia de género.

En noviembre del 2015, un mes antes de que Cornejo asumiera, se conoció un fallo de una Cámara del Trabajo en contra de Uno Gráfica SA, empresa editora de diario Uno de Daniel Vila y José Luis Manzano. La sentancia acusaba al ex director del matutino Jaime Correas de haberle causado incapacidad del 27% a una trabajdora del diario a causa de los maltratos que le propinaba. Según el fallo firmado por los camaristas laborales Enrique Catapano Gudiño, Mónica Arroyo e Inés Rauek de Yanzón, la trabajadora de prensa en cuestión sufrió “acoso psicológico” por parte de Correas.

No obstante el antecedentes, el 10 de diciembre del 2015, el ex director del diario Uno juró como director general de Escuelas (equivalente al ministro de Eduación) del Gobierno de Mendoza.

Otro caso que complicó a Cornejo fue el sucedido en el Ministerio de Seguridad cuando sus autoridades ascendieron a un policía acusado de violencia de género.

El ministro del área, Gianni Venier, y el jefe de la Policía, Roberto Munives, plasmaron sus firmas en la promoción del comiario Marcelo Esquivel como titular de la

Departamental Capital siendo que ñeste que no podía usar ni arma ni uniforme por estar involucrado en una denuncia por violencia de género. Fue Cornejo quien, ya con el escándalo en los medios, debió echar al uniformado.

Por último, en noviembre pasado, Cornejo defendió a capa y espada a su favorito para ocupar un lugar vacante en la Corte local. El gobernador se decidió por el “mano dura” José Valerio, quien fue acuado vehementemente por organizaciones sociales, feministas y de DDHH, de ser “misógino y homofóbico” por varios fallos en los que argumentó en contra de la víctima.

Igual, Cornejo se la jugó por su candidato, e impuso la mayoría radical en el Senado para que pudiera ser ratificado en el cargo.

Así, el de la violencia de género, ha sido para Cornejo un karma en poco más de un año de gestión, justamente en un periodo donde la comunicad mendocina se ha visto sacudida por varios casos de femicidios horrorosos.