Martín Lousteau vendrá al país en febrero para participar de la cumbre que la UCR organiza en Córdoba y enviará un fuerte gesto hacia su posible candidatura a diputado nacional por la Capital.

La presencia del embajador en Estados Unidos en un acto del que participarán los gobernadores radicales junto a 600 dirigentes del partido centenario no es un movimiento menor de cara a las legislativas, sino un aviso fuerte a la política de que su intención es jugar este año, pese a la presión del PRO para que no lo haga.

La última declaración pública de Lousteau al respecto había venido en el mismo sentido, cuando en diciembre, en un homenaje a Raúl Alfonsín aseguró que sería candidato si se lo piden sus legisladores. Éstos armaron una cumbre tres días después para empezar con el operativo clamor.

Horacio Rodríguez Larreta acusó recibo de estos movimientos y comenzó a movilizar sus propias piezas, mientras estira la definición sobre si las elecciones porteñas serán unificadas o desdobladas de las nacionales. Este martes prácticamente le pidió a Elisa Carrió que sea la candidata de Cambiemos en Capital, a sabiendas de que eso repelería a Lousteau y pese a que Lilita ya demostró intenciones de presentarse en la provincia.

Al mismo tiempo, el jefe de gobierno comenzó a tantear una candidatura del ex ministro Alfonso Prat Gay, de un perfil parecido a Lousteau, como una manera para confundir al votante del líder de “ECO”.

Pero en el entorno de Lousteau aseguran que si el embajador decide presentarse este año, su amigo Prat Gay no será parte de la contienda, y eso que el ex ministro también tiene una relación muy buena con Larreta, con quien recorrió el continente en auto cuando eran jóvenes.

Cerca de Lousteau le achacan a Larreta la falta de un frente Cambiemos en Capital y recuerdan que en las últimas elecciones ese frente existió: Patricia Bullrich le ganó unas poco recordadas primarias al radical Mariano Genovesi, asesor legal del equipo de Lousteau.

“Si no hay interna de Cambiemos en la Capital, será la primera vez en la historia del frente”, ironizan el espacio del embajador en Washington.