Eduardo Van der Kooy escribió en su
columna de este martes un concepto que acaso la Casa Rosada enredada en su
pelea de colegio privado con Alfonso Prat Gay no haya dimensionado en toda su
dimensión: “Nunca la salida de un ministro del área económica representa un
dato menor”.
Es tan cierto que Prat Gay arrastraba el peso de una reactivación que no llega, como que su figura gozaba todavía de un importante reconocimiento internacional, como reflejaron este martes los principales diarios del mundo, que presentaron la renuncia como lo que es: un síntoma de problemas en el plan económico de Macri.
El influyente diario brasileño Folha de San Pablo avanzó un paso más e incluso se interrogó sobre si esta traumática salida de Prat Gay no anticipa un deslizamiento similar en el frágil gobierno de Michel Temer.
El columnista Clóvis Rossi juega en el diario paulista con un slogan publicitario que pegó fuerte en los ochenta. En aquellos años el vodka Orloff proponía junto a imágenes impactantes la leyenda: “Yo soy vos mañana”.
Rossi recuerda que por aquellos años los fracasos de los planes heterodoxos de los dos países más grandes de América del Sud se sincronizaban y se hablaba entonces del “Efecto Orloff”, Brasil de mañana era la Argentina de hoy.
“El efecto Orloff puede estar resucitando ahora que el ministro argentino de Argentina, Alfonso Prat Gay, fue echado justo cuando se pone a la parrilla a Meirelles”, afirma el columnista, en referencia a las críticas que enfrenta el ministro de Economía brasileño, por la extensión de la recesión.
“Las semejanzas asustan. Prat Gay era el Meirelles de Macri, basta recordar que en su primer presentación en Davos llevó a Prat Gay, como la encarnación de la reversión de la economía, luego de la heterodoxia de Cristina Kirchner, a la que se responsabilizaba por la anemia económica del país (igual que se hizo con Brasil con Dilma Rouseff)”, agrega el texto.
Rossi señala que si bien es verdad que Macri no dio todo el poder sobre la economía a Prat Gay, el ex ministro logró desarmar el cepo y sacar a la Argentina del default, convirtiéndose en el símbolo de una reversión de la política económica, igual que lo es Meirelles con Temer.
El columnista agrega que el problema de Prat Gay como el de Meirelles es que no han logrado sacar a sus países de la recesión, pero señala una diferencia sustancial: “Prat Gay deja el cargo con una inflación del 40%, cuando a principio de año prometió una meta del 25%”.
“La paciencia de Macri duró un año, Meirelles lleva en el cargo siete meses, si el “Efecto Orloff” resucitó, no le queda mucho tiempo por delante”, concluye Rossi.
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