La administración de Mauricio Macri se topó con una nueva complicación externa que tiende a agravar el “viento de frente” que ha comenzado a afectar el escenario económico-financiero por el efecto “Trump” y las dudas internas generadas por las subas de precios y los desvíos de las metas fiscales.

Al encarecimiento de los costos financieros que debe afrontar a partir de ahora el país cada vez que salga a colocar deuda por la reciente suba de las tasas de interés de referencia que dispuso la Reserva Federal de EE.UU., se ha sumado un sorpresivo incremento de los fletes marítimos que tendrá una doble implicancia.

Por un lado, implicará un recorte en los ingresos esperados por los exportadores y productores agropecuarios que son los que terminan pagando los mayores costos de transporte. Y, por otro lado, representará un mayor desembolso de divisas al exterior que irá a parar a las compañías navieras.

El costo de los barcos que transportan entre 28.000 y 30.000 toneladas que en octubre era de 5.500 dólares diarios saltó en los primeros días de diciembre a 11.000 dólares por día.

Por su parte, para los buques tipo Panamax —como los que trasladan las cosechas desde los puertos del Litoral al China y Europa y cargan alrededor de 60.000 toneladas--, el valor se triplicó al trepar de 5.500 a 18.000 dólares diarios.

En lo que respecta a las tarifas de los fletes marítimos de granos, harinas y mineral de hierro; los aumentos promedios oscilaron entre el 40% y 70% en los valores por tonelada transportada.

Un embarque de 45.000 toneladas de harina de soja desde el puerto de San Lorenzo a España pasó de 22 dólares a 31 dólares por tonelada.

Una carga de 30.000 toneladas de trigo entre San Lorenzo y el puerto brasileño de Santos que costaba alrededor de 14 dólares el mes pasado ahora se factura a razón de 20 dólares por tonelada.

El flete de un barco completo de soja de Rosario a China que salía unos 26 dólares la tonelada ahora se fue a 32 dólares la tonelada.

Y en el caso del mineral de hierro, el traslado entre San Nicolás y el puerto brasileño de Tubarao subió de 8 a 13 dólares por tonelada.

Además de poner en evidencia que la economía local ya no goza del “viento de cola” que supo tener en los últimos años, el incremento de los fletes marítimos decidido por las grandes navieras que operan en el país diluyó casi por completo la transitoria baja de los costos portuarios que había anunciado el gobierno en las tarifas internas de los prácticos y en el servicio de los remolcadores.

Por el pago de los fletes, Argentina gira por año a las compañías marítimas extranjeras alrededor de 5.000 millones de dólares.

Si se mantienen los nuevos valores durante todo el año 2017, a ese desembolso de divisas habrá que añadirle entre 1.800 millones y 2.000 millones dólares más que saldrán de los bolsillos de los productores y exportadores.