El Gobierno salió a negar la renuncia de Alfonso Prat Gay, en una maniobra que no hace más que instalar la idea de una posible salida del ministro de Hacienda y Finanzas, quien fue corrido por Mauricio Macri de las negociaciones con las provincias y la CGT por la modificación en el impuesto a las Ganancias, luego de haber elaborado el proyecto original que llevó a una dura derrota de la Rosada en el Congreso.

En una jugada política de manual, primero desde la Casa Rosada se dejó trascender el fastidio con Prat Gay por el fracasado primer proyecto, luego se dejaron correr versiones sobre una posible renuncia y hasta posibles destinos para una salida elegante, y finalmente una voz de peso como la del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, negó públicamente la supuesta dimisión.

"No hay cambios, el ministro de Hacienda y Finanzas estuvo en la reunión de gobernadores y después compartió conmigo la conferencia de prensa. Estuvimos trabajando estos días con él y con su equipo en la elaboración de esta propuesta de consenso", señaló Frigerio en referencia a las negociaciones por Ganancias.

Curiosamente, en la conferencia de prensa mencionada Prat Gay se adjudicó el acuerdo con los ministros de Economía de las provincias para rechazar el proyecto opositor, que fue gestionado por Frigerio mientras su par de Hacienda estaba en Colombia. Lo llamativo es que también es que los ministros provinciales estaban furiosos con el ex JP Morgan.

"No hay una renuncia en puerta y creo que la participación del ministro en la reunión con los gobernadores y en la conferencia de prensa, lo demuestra", añadió el ministro en una entrevista con TN, donde argumentó que el intrascendente papel en la negociación se debe a que “ya no hay un superministro de Economía”. “Las responsabilidades de lo que era el superministerio de Economía se han dividido en distintos ministros y en consecuencia la participación de una persona se comparte en varios actores”, sostuvo Frigerio, que esta mañana reiteró los conceptos sobre Prat Gay en una entrevista radial.

Prat Gay y Frigerio ayer en la conferencia con los gobernadores

DyN

Lo cierto es que más allá de la aparición a último momento de Prat Gay en la reunión con los gobernadores (donde llamó la atención que lo sentaron en la otra punta de los que lideraron las tratativas) y en la conferencia de prensa posterior, su papel fue nulo en la negociación por decisión de Macri, que lo mandó a Colombia y dejó el tema en manos de Frigerio, Jorge Triaca y Mario Quintana.

Como explicó LPO, en una de las semanas más complicadas del año para el macrismo, Prat Gay se fue a Colombia a la elección del presidente de la Corporación Andina de Fomento (CAF), un tema que tranquilamente podría haber relegado de no ser porque sueña con comandar ese organismo.

La señal más evidente del malhumor con Prat Gay la dio Marcos Peña, que arrastra una interna con el economista desde hace meses, en una conferencia donde evitó defenderlo cuando le consultaron por qué no participaba de la negociación por Ganancias. El jefe de Gabinete prefirió elogiar a Alberto Abad.

Antes de la crisis por Ganancias, Prat Gay ya había escuchado una advertencia fuerte del entorno más cercano a Macri. La hizo el secretario de Coordinación del Gabinete, Gustavo Lopetegui, que advirtió que el nivel de déficit fiscal es "insostenible" y que hay que cumplir la meta prevista. El ex CEO de Lan integra con Peña y Quintana el trío de mayor confianza del Presidente. Pero el ministro de Hacienda lo ningunea y eso desató una dura interna.

Las críticas de Lopetegui ponen de manifiesto que más allá de los cuestionamientos a Prat Gay por los desaciertos políticos como con Ganancias, el ministro empieza a estar en la mira en la Rosada porque absolutamente todos los indicadores económicos siguen igual o peor que hace un año, como expresan hasta los diarios internacionales.