El Gobierno logró este lunes cerrar un acuerdo con la cúpula de la Confederación General del Trabajo (CGT) para reformar el impuesto a las Ganancias, una exigencia que reclamaba el peronismo antes de pasar el peine fino con los gobernadores y aprobarlo en el Congreso. Como anticipó LPO, era el punto crítico del acuerdo.

Según anticipó el sindicalista Héctor Daer a la salida de la reunión con Mario Quintana, Rogelio Frigerio y Jorge Triaca, el acuerdo contempla tanto modificaciones en las escalas como en el mínimo no imponible que ahora quedará en $37.000 -como anticipó LPO el viernes pasado- para un trabajador casado con hijos, en términos brutos o de recibo. Para un soltero, el mínimo quedará en $27.941.

De esta forma "Salieron 400 mil trabajadores" de la población alcanzada por el impuesto a las Ganancias, celebró Daer. El proyecto de la oposición ponía ese piso en $44.000. 

El principio de acuerdo contempla también modificaciones en las escalas y en la valoración de las ponderaciones. Así, quienes sean alcanzados por Ganancias en la primera escala estarán gravados con una alicuota del 5% y no del 9% como sucede hasta ahora.

Dietrich se pasó todo el fin de semana intentando desactivar el paro del transporte y fracasó en toda la línea. Los gremios liderados por Schmid, consiguieron en el último tramo buena parte de lo que reclamaban.

Del resto de las escalas aun no trascendieron detalles. Sin embargo, Daer anticipó que "un trabajador que gane $50.000, pagará un tercio de lo que venía pagando".

De todos modos esta es una modificación al proyecto de ley oficialista y aun deberá ser volcado al papel para constituir una nueva iniciativa, aclararon los gremialistas. "Es un principio de solución que se tiene que completar con el tratamiento en el Congreso", especificó Juan Carlos Schimd a la prensa.

Schmid libró su propia pelea al interior de la negociación. Junto al resto de los gremios del transporte lanzó un paro nacional disfrazado que golpeó fuerte esta mañana y que obligó al Gobierno a entregarle buena parte de los reclamos del sector, como la incorporación de horas extras en las deducciones. El ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, se pasó el fin de semana intentando desactivar el paro y fracasó en toda la línea. 

Con las últimas modificaciones al acuerdo, se respetan los actuales criterios para las deducciones: persona mayor a cargo, hijos y cónyuge. A los que se suman el tope deducible por hasta el 40% de los viáticos y por horas extras trabajadas en domingos o feriados, que era el reclamo del transporte.

Aquellos que hagan horas extras para aumentar sus ingresos, se les respetará la categoría tributaria, pero las horas adicionales de lunes a sábados no quedarán exentas del impuesto. Para la región patagónica, se contempla un coeficiente adicional del 22%.

La novedad es que el nuevo proyecto de Ley incorporará la fórmula de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte), para la actualización automática de las escalas y los mínimos.

"Esperamos que se vote el miércoles en el Senado y el jueves en Diputados", agregó el dirigente de Sanidad.

DyN

Minutos más tarde, el secretario Mario Quintana y los ministros Rogelio Frigerio y Jorge Triaca dieron una conferencia de prensa conjunta en la que ratificaron los dichos de los sindicalistas.

El ministro de Trabajo destacó que la instrumentación del Ripte "nos ayuda a darle certezas a los argentinos" frente a las distorsiones generadas por la inflación "que hicieron que cada vez más trabajadores" quedaran alcanzados por el impuesto a las Ganancias.

Mientras que Frigerio subrayó que el nuevo proyecto pone en valor el federalismo, ya que se contemplaron los reclamos de los gobernadores, a los que recibirá mañana. Mientras que por la tarde hará lo propio con los bloques del Congreso para abordar el costo fiscal de la medida, el gran agujero negro de lo que se anunció esta tarde.

El gran agujero negro del acuerdo es el número del costo fiscal que representa y que impuestos se tocarán para amortiguarlo. El Gobierno no quiso precisar ese punto y lo derivó a la discusión en el Congreso.

Si todo marcha sobre ruedas y se logra saldar el tema fiscal, el jueves podría darse tratamiento en el Congreso al nuevo proyecto de ley.

"Vamos por el buen camino para corregir las distorsiones", aseguró Frigerio a la vez que aseguró que "los impuestos distorsivos no van a estar presentes en la propuesta", aunque no quiso aclarar a cuales se refería. El proyecto de la oposición gravaba la minería, el juego y la renta financiera. El del Gobierno sólo el juego, aunque de manera más fuerte.

En la reunión de el domingo por la noche en la casa de Sergio Massa con la plana mayor del gabinete se abordó el tema. El massismo insistió en gravar la renta financiera y volver a imponer las retenciones a la minería, pero los funcionarios del Gobierno parecieron inflexibles en su rechazo. En el caso de la renta financiera, el tema podría colarse en el debate de la reforma del mercado de capitales, frenada por la pelea de Ganancias. Sobre esto, Massa planteó que la Rosada se haga cargo de explicarles a los gobernadores de dónde sacará fondos para compensar el costo fiscal.

Sobre este último punto, con las modificaciones que se están discutiendo la oposición estima que el costo sería de unos 65 mil millones de pesos más del doble de los 27 mil millones incluidos en el presupuesto; mientras que en la Casa Rosada afirmaron a LPO que a lo sumo rondaría los 40 mil millones. Otra vez los números no coinciden.

Esta tarde, ante la insistencia por conocer cómo se equilibrará el presupuesto tras esta modificación de los ingresos fiscales, Frigerio aseguró que "vamos a respetar el camino hacia el equilibrio fiscal por el Presidente" del 4,2% de déficit de 2017. Pero no dio precisiones.