Mauricio Macri y Michelle Bachelet intentaron avanzar en la relación bilateral entre Argentina y Chile pero no pudieron evitar que los escándalos que sacuden al gobierno vecino se mezclaran con el encuentro de este viernes en la Quinta de Olivos.
La presidenta del país trasandino atraviesa una crisis política que incluye a su propia familia en un caso de corrupción y a uno de sus ministros más importantes por recibir una muñeca inflable de regalo en un acto público.
Bachelet vio derrumbar su imagen entre otras cosas por el “Nueragate”, uno de los casos de corrupción más grandes de la historia reciente de Chile sacude a su gobierno desde principios de año. La Justicia chilena investiga por los delitos de cohecho y tráfico de influencias a Natalia Compagnon, la esposa del hijo de la presidenta, Sebastián Dávalos, en el marco de un negocio inmobiliario fraudulento. El conflicto se agudizó en las últimas horas, cuando la nuera destapó la olla y acusó al propio frente oficialista Nueva Mayoría de filtrar información en su contra.
En tanto que el ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes quedó en el medio de un tornado desde hace tres días luego de la cena anual de la junta de la Asociación de Exportadores de Manufactura (Asexma). Allí, el anfitrión del evento, el empresario Roberto Fantuzzi, le obsequió al ministro una muñeca inflable con un cartel pegado en la boca. “Para estimular la economía", era la leyenda.
Céspedes posó sonriente con la muñeca y ahora le piden la renuncia, además de acusarlo de misógino. Lejos de apartarlo de su cargo, Bachelet trajo a Céspedes a la Argentina para la bilateral con Macri. El ministro y su muñeca fueron el blanco principal en el ágape de bienvenida que se realizó ayer en la embajada chilena en Buenos Aires, donde Bachelet y sus funcionarios pasaron la noche.
Por estos motivos engorrosos, los encargados del protocolo en Olivos anunciaron el miércoles que no estarían permitidas las preguntas en la conferencia de prensa que ambos mandatarios dieron en la quinta presidencial, pese a que un día antes, en el primer anuncio de la conferencia, sí lo estaban.
Pero como esquivar las preguntas le podía ocasionar aún más críticas a la chilena, finalmente Presidencia anunció este jueves que los periodistas podrían preguntar, a la sazón de dos preguntas por país.
Inexorablemente, la primera pregunta de los chilenos apuntó al “Nueragate” y las recientes declaraciones de Compagnon. Bachelet se enojó por la pregunta: “No puedo creerlo, me van a llevar al terreno nacional en una visita al país amigo”, se quejó. “Me parece que no me corresponde referirme a un tema que está en sede judicial y menos en una visita oficial a un país amigo”, sentenció la chilena, que pidió dejar actuar a la fiscalía que investiga a su nuera.
Macri, por su parte, le respondió al venezolano Diosdado Cabello, el número dos del Gobierno de Nicolás Maduro, que lo había acusado de cobarde. “Lo realmente cobarde es someter a un pueblo por la fuerza”, disparó el presidente, todavía afónico por gritar goles. Bachelet fue más medida: pidió respetar la soberanía de Venezuela y esperar la intervención del Papa.
Alianza
En cuanto a los acuerdos bilaterales, ambos mandatarios destacaron el avance del túnel de Agua Negra, un paso de 14 kilómetros a través de la Cordillera de los Andes que unirá la provincia de San Juan con la región de Coquimbo en Chile y llegará directo al puerto regional sobre el Océano Pacífico, y que ya tiene financiamiento del BID.
"También hay importantes avances en el emblemático Túnel Internacional Paso Las Leñas, que unirá O’Higgins con el sur de Mendoza, y el restablecimiento del ferrocarril que unirá Salta con Antofagasta", adelantó Bachelet.
Los presidentes hablaron de crear condiciones favorables para avanzar hacia una "convergencia" entre el Mercosur y la Alianza del Pacífico, en momentos en que Argentina y Chile coinciden en el ejercicio de la presidencia pro témpore de ambos bloques regionales.
“Vemos con gran interés que Argentina pueda ser parte de la Alianza del Pacífico, y lo manifestamos con claridad cuando invitamos al presidente Macri", dijo Bachelet y luego enfatizó que “la Alianza del Pacífico va a seguir trabajando muy fuertemente con el Mercosur, y ha habido un acuerdo entre cancilleres para trabajar con la Argentina como miembro".
Bachelet aseguró además que trataron “temas fundamentales para nuestra integración, como la facilitación fronteriza, que son muy importantes desde el punto de vista turístico, para el comercio bilateral y la integración bioceánica".
En cuanto al turismo, la chilena dijo que “estamos convencidos de que estamos lejos de muchas otras zonas del mundo”, por lo que pidió “circuitos integrados” que ya se están trabajando en la Alianza del Pacífico.
“Sabemos que China está produciendo una enorme cantidad de turistas”, dijo la chilena. El guiño a los orientales no es casual: la relación de la administración Bachelet con China no está exenta de escándalo. Ayer, el chef que trabajó durante 18 años en la sede chilena en Beijing, denunció que el embajador y su esposa trataban a los empleados chinos de “estúpidos, mentirosos, ladrones y perros”.
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