El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, manifestó hoy su rechazo a la modificación del impuesto a las Ganancias que impuso la oposición en la Cámara de Diputados porque "perjudica al conjunto de las provincias argentinas que son las que mantenemos y hacemos funcionar el país todos los santos días".

El mandatario provincial explicó que "lo que nosotros planteamos está perfecto, saquen todas las leyes que quieran sacar en beneficio de la gente, pero no sigan castigando a las provincias".

Weretilneck sostuvo por radio Del Plata que "tiene que haber una mirada de conjunto porque financiar a un sector de la población y desfinanciar a todo nos está llevando a todas las provincias a la quiebra y al endeudamiento como en el año 2001".

Además, advirtió que "si a la pérdida de recursos producto de la recesión le sumamos este tipo de leyes no va a quedar ninguna provincia superavitaria y no endeudada".

El gobernador rionegrino aclaró: "No estoy discutiendo la decisión de eximir del pago de ganancias a cierto sector de la población", sino que "estoy diciendo que como hombre público, como hombre de Estado que es un diputado nacional" tiene "que mirar las consecuencias de los actos que se llevan adelante".

Weretilneck resaltó que "en este caso se votó una ley que perjudica al conjunto de las provincias argentinas que son las que mantenemos y hacemos funcionar el país todos los santos días".

El mandatario rionegrino aseguró que las fuentes de financiamiento que contempla el proyecto "no compensa lo que se extrajo" a las provincias.

Indicó, por ejemplo, que "ahí habla que se compensa en parte con el impuesto a las Lebac, pero puede ser que las tasas de interés sigan bajando y en un año nadie quiera invertir en Lebacs y quiera invertir en dólares o en bonos y esa plata no va a estar para las provincias".
Weretilneck calculó que en el caso de Río Negro el costo que tendría la modificación de Ganancias "mínimo son 800 millones de pesos al año sobre un presupuesto de 38 mil", lo cual equivale a "cuatro hospitales".

Preguntado sobre si el Gobierno está presionando a la provincia para que vote en contra del proyecto, el gobernador aseguró que "no hemos tenido llamados por ahora" y afirmó que "más que aprete o no aprete del Gobierno el interés es nuestro".

"Nosotros acá en la provincia no hemos tenido llamados que tienen que ver con esto" manifestó el gobernador, pero agregó que "la verdad, no nos queda otra opción que oponernos a esta ley y buscar otra alternativa de financiamiento" para los cambios del impuesto.