Diputados
Ganancias: Massa amenaza con votar el proyecto del Gobierno y cambiarlo en particular
Cambiemos busca torcer a gobernadores pero ni aun así reúne mayoría. El dudoso atajo constitucional que planea.

El Gobierno llegará este martes al debate por la reforma a las Ganancias con un final incierto y sin ninguna negociación con Sergio Massa, quien evaluaba votar en general el proyecto oficial para luego lograr cambios en particular con el resto de las bancadas. 

Las principales diferencias siguen siendo el nuevo mínimo no imponible y el impuesto a la renta financiera, que el Gobierno se resiste a implementar

En el oficialismo empezaban a asumir el riesgo de tener que enfrentar una sesión donde la oposición le reescriba artículo por artículo: en la mejor de las cuentas Cambiemos obtenía 115 votos, 14 menos que lo necesario para el quórum.

Tal derrotista era el conteo en Cambiemos, que los operadores del oficialismo evaluaban una jugada de riesgo: Apelar a una dudosa interpretación constitucional para exigir que la ley pueda aprobarse con mayoría simple de los presentes.

Tan lejos esta Cambiemos de los 129 votos necesarios para aprobar su proyecto, que ya evaluaban una jugada de riesgo: Apelar a una dudosa interpretación constitucional para sancionar la norma con mayoría simple.

Sostenían en Cambiemos que el proyecto se ajustaba al inciso 2 del artículo 75, que permite avalar con la mitad más uno “contribuciones indirectas como facultad concurrente con las provincias” u otras directas “proporcionalmente iguales en toda la Nación”, en todos los casos coparticipables.

El proyecto modifica un impuesto (Ganancias) y crea otro (al juego) y por lo tanto pareciera más cercano al inciso 3 del artículo 75, que exige mayoría agravada (129 votos, sin importar los presentes) para “establecer y modificar asignaciones específicas de recursos coparticipables por tiempo determinado”.

La caprichosa lectura de las autoridades del bloque Cambiemos llegó cuando, agotadas las esperanzas de alcanzar 129 votos, revisaron las estadísticas de las votaciones en madrugada y en todas había no menos de 20 ausencias.

El jefe del bloque oficialista, Nicolás Massot.

Este martes, además, no estarán 5 de los propios (entre ellos Elisa Carrió, de viaje en Miami), o sea, la mayoría agravada es casi una utopía.

Cambiemos tiene una base de 100 votos entre propios y socios permanentes, que intenta acrecentar con aliados de provincias pero este lunes no encontraba certezas. El desgaste del año no parece jugarle a favor a la Casa Rosada, donde acostumbraron a incumplir promesas a los gobernadores que ahora necesitan.

El núcleo duro oficial se compone de 42 radicales, 36 del PRO, 4 de la Coalición Cívica, 3 catamarqueños, 2 tucumanos y un grupo de amigos habituales: 6 de Santiago del Estero, 4 de Juntos por Buenos Aires (el bloque de Darío Giustozzi), 2 del Movimiento popular neuquino y algunos monobloques como Alicia Copes y el tucumano José Orellana, acusado de abuso sexual por una empleada del Congreso.

El fin de año no le juega a favor al Gobierno por las promesas incumplidas a los gobernadores peronistas, que ahora necesita para alcanzar los 129 votos.

Con esa base, en cada tema trascendente Cambiemos salió a la caza del Frente Renovador (llega a 37 con aliados) y el Bloque Justicialista de Diego Bossio (17) y si sumaba otras voluntades se deba el gusto de prescindir de alguno de ellos. Pero nunca como esta vez llegó a una votación clave con ambos unidos en su contra con un dictamen.

Desde el sábado, la Casa Rosada puso toda su artillería en obtener votos de diputados ligados a gobernadores, con el único argumento de recordarles que una menor recaudación de Ganancias restará en los fiscos de las provincias, porque es un impuesto coparticipable.

Aún hoy creían contar los 6 cordobeses y los 2 del chubutense Das Neves, pero Massa aseguraba tenerlos de su lado. De hecho, Das Neves hoy fue durísimo con el Gobierno. Más confianza había en los 3 misioneros, los 2 riojanos (integran el bloque justialista); los 2 entrerrianos (Lautaro Gervasoni y Carolina Gaillard) y la tucumana Miriam Gallardo, todos del FpV.

Pero ni con ese voluntarismo daban los números. “Estamos en 110. Nos faltan 10 votos, pero están duros", confió a LPO una autoridad de Cambiemos, que no descarta que la ayuda de los gobernadores llegue en el Senado. 

El vicejefe de Cambiemos, el radical Jorge D’Agostino,  se mostró aún más preocupado: “Lo peor que le puede pasar al trabajador es que quede la ley actual”, dramatizó. Si eso ocurre, Macri reduciría su déficit fiscal y culparía a Massa y Kicillof, pero estos ya planean no permitirlo.

Kicillof, Gioja y Bossio.

El más duro es Massa, decidido a no dar el brazo a torcer. “Me decían que yo extorsiono, que soy ventajita, bueno ahora no voy a negociar ”, advertía el tigrense este lunes, dispuesto a aguntar hasta el final la guerra de nervios que le planteó el Gobierno.

Y evaluaba una estrategia para imponer el contenido de su dictamen: aprobar en general el del Gobierno -que se trata en primer lugar- pero impulsar numerosas reformas cuando llegue la hora del debate en particular.

Massa evaluaba alcanzar en plena sesión un acuerdo con el kirchnerismo para modificar en particular el proyecto de Cambiemos. De hecho el dictamen que elaboró con Bossio, no difiere tanto del escrito por Kicillof.

Necesitaría de un respaldo del Frente para la Victoria, que firmó otro dictamen escrito y pensado por Axel Kicillof, que cambia Ganancias por un impuesto a “los altos ingresos” al 10% con mayores ingresos.

Esta tarde en el kirchnerismo aseguraban que el ex ministro había hablado por teléfono del tema con Marco Lavagna, quien decía haber estado sólo con su familia.

Los proyectos del FpV y del FR-BJ no difieren tanto en la financiación, porque ambos calcan el impuesto a la renta financiera. Y tampoco en el mínimo no imponible de ganancias, piedra angular del debate, porque Cambiemos no quiere bajarlo de un aproximado de 33 mil pesos brutos.

“Axel lo fija en 41 mil pesos, no tan lejos de los 48 de Massa”, repetían sus asesores. Sí hay diferencias en la actualización del impuesto: el tigrense y Bossio la quieren ajustar con el salario mínimo, vital y móvil y Kicillof con el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA).

Hay tiempo para negociar. La sesión comienza a las 11 y el primer tema será la emergencia social, con amplio acuerdo en el recinto. No faltarán largos discursos. Y charlas en los pasillos.

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  • 3
    justiciasocial
    06/12/16
    10:23
    Aguante massa!!!
    Votaron al eterno bigote de macri pero la agenda de la gente la esta bancando Sergio!!!
    Responder
  • 2
    dotcom
    06/12/16
    10:01
    como están los globoluditos !!!!!!! se les viene encima la derrota en diputados por el tema ganancias....es para que se vayan preparando para el año que viene, cuando pierdan por goleada las legislativas y el dobolu importante marcos peña cierre los troll centers...........si es que llegan antes, claro !!!!!
    Responder
  • 1
    monica brogno
    06/12/16
    07:06
    Estos muchachos del sindicato del juego, por que no van a hacerle piquete a la casa de Massa??
    Resulta que ahora estos peronchos acérrimos defensores del impuesto cuando desgobernaban ellos, se volvieron en paladines de los derechos de los asalariados!!
    Una neutrónica en el congreso, le haría un bien al pais!!
    Responder
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