El esfuerzo que venían haciendo ayer algunos intendentes y legisladores peronistas para votar unificados el presupuesto 2017 implosionó cuando en plena sesión de Diputados, el camporista Miguel Funes se despachó con fuertes críticas contra la CGT y el Movimiento Evita, acusándolos de ser funcionales a Mauricio Macri.

Durante un homenaje al dirigente sindical, Raimundo Ongaro, el diputado hizo volar los puentes de la frágil unidad y les echó tierra encima a diputados peronistas que estaban sentados a pocos metros.

Funes trazó un paralelismo en históricas frases de Ongaro y la situación del sindicalismo actual. Y se lanzó con una fuerte crítica hacia “el peronismo prolijo que desoye a sus bases y no quiere ir al paro”. En ese lugar también incluyó a “algunos sectores políticos que firman actas acuerdos a cambio de no reclamar y de no protestar”, dijo.

En ese momento, Gustavo Di Marzio, del Movimiento Evita estaba sentado dos bancas más abajo y no dudó en darse vuelta para cuestionarlo. “¿Ustedes quieren ser 36? Las pelotas van a ser 36”, le gritó.

¿Ustedes quieren ser 36?, las pelotas van a ser 36, le contestó indignado el diputado Gustavo Di Marzio del Movimiento Evita, al camporista Miguel Funes.

Ese número tiene que ver con la cantidad de bancas a las que podría llegar el peronismo si logra la unidad. Hace un año, cuando María Eugenia Vidal asumió en la Legislatura, el peronismo contaba con un bloque unificado de 36 diputados, una bancada que podría haber sido central en el año legislativo. Sin embargo, en las primeras sesiones del año comenzaron las diferencias y hoy están divididos en tres sectores.

La mención de Di Marzio no es casual. Uno de los que trabaja para unificar el bloque es el ex ministro Florencio Randazzo y por eso está tratando de reunirse con Máximo Kirchner. El problema es que Randazzo lo quiere hacer en beneficio propio: Su idea es ubicar en la vicepresidencia de la Legislatura a su alfil, Marcelo Feliú.

Los diputados del Movimiento Evita, Gustavo Di Marzio y Patricia Cubría.

Aglaplata

Se trata de una movida acordada con el jefe de Gabinete, Federico Salvai, que tiene que ver con un deslizamiento mas amplio: Randazzo le está proponiendo a la mano derecha de Vidal que remplace la alianza con Massa por una con el peronismo liderado por él y con La Cámpora y los intendentes adentro. Una quimera. Tiene apenas cuatro diputados y como dejó hoy en claro la agrupación de Máximo Kirchner en el recinto, no están para andar colaborando con el macrismo.

Esa es la tensión que hay de fondo del escándalo de la sesión de este jueves. Otro que reaccionó ante las frases del camporista fue el diputado Mariano San Pedro. Si bien evitó cuestionarlo dentro del recinto, el legislador de Almirante Brown confirmó a LPO que se retiró de la sesión molesto por lo que decía Funes.

Las críticas del camporista a otros sectores del peronismo aparecen en días clave para la negociación del presupuesto y cuando intendentes y legisladores llevaron adelante cantidad de reuniones que eviten mostrar durante el tratamiento un peronismo dividido. LPO adelantó que ya existe un acuerdo con el Grupo Esmeralda que le permitiría al oficialismo llevar el proyecto al recinto.

Sin embargo, a pesar de contar con los votos, los operadores y ministros de Vidal siguen con reuniones para intentar contener a otros sectores del PJ.