La reciente ley de la Legislatura porteña que prohíbe la publicidad de bebidas alcohólicas en la Ciudad de Buenos Aires, generó un conflicto inesperado entre los dos gobernadores más importantes de Cambiemos: el mendocino Alfredo Cornejo y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.

Cornejo sufre por estas horas la presión pública y privada de dos pesos pesados de su provincia: los bodegueros y las empresas de publicidad en vía pública y medios, que hasta ahora habían sido un sostén fuerte de su Gobierno.

Los bodegueros están furiosos porque en la ya crítica situación que sufre la industria del vino, se suma esta decisión que los golpea nada menos que en el distrito que concentra el 55% de sus ventas en el mercado interno.

Cornejo sufre por estas horas la presión pública y privada de dos pesos pesado de su provincia: los bodegueros y las empresas de medios y publicidad en vía pública.

La norma establece en su artículo 4º la prohibición de que las bebidas alcohólicas sean promocionadas en la vía pública. No obstante, en el 5º se habla de la posibilidad de que sí se publiciten pero dedicando el 75% del anuncio a advertir sobre los peligros del alcohol.

José Zuccardi, de los más influyentes bodegueros argentinos, fue lapidario: “El gobernador debe estar atento a estas cosas porque afectan nuestra economías”. El empresario, un líder respetado entre sus pares, es además titular de la Unión Vitivinícola Argentina, la UVA.

Zuccardi tuvo que dar incluso algunas lecciones elementales de política a Cornejo y los legisladores de Mendoza, a quien luego de recibirlos, les explicó: “La estructura política de las provincias vitivinícolas no actuó a tiempo y ahora ya está la ley sancionada en Capital Federal. Los legisladores deben estar atentos porque esto nos afecta”, puntualizó.

Alfredo Cornejo

La respuesta del Gobierno provincial dejó en claro que la aprobación de la ley los tomó por sorpresa. El ministro de Economía, Enrique Vaquié, afirmó: “Trabajaremos para ver si podemos limitar la prohibición en la reglamentación”. Blanqueando así la tensión con Larreta, que es quien debe reglamentar la norma.

La bronca de los Terranova y Vila

El Grupo Terranova, propietario de la empresa de vía pública Publicidad Sarmiento con concesiones en la Capital Federal, el portal de noticias Mdz y la radio Mdz, fue otro de los grandes afectados por la nueva ley. Se entiende: las empresas de bebidas alcohólicas –no sólo el vino- son grandes anunciantes.

Esta firma no se quedó en el lobby tras bambalinas y en una editorial de Mdz, destacó que la norma es inconstitucional y discriminatoria. Apuntó directamente a Larreta y al jefe del bloque del PRO en la Legislatura porteña, Francisco Quintana, por haber “impulsado” el proyecto del diputado socialista Roy Cortina.

La ley curiosamente sí fue modificada para exceptuar de la prohibición a los boliches, espectáculos y nada menos que el fútbol. "Parece que el lobby de Angelici funcionó", afirmaron a LPO.

La ley “es prohibitoria porque en el 75% del espacio publicitario tiene que ser señalando los efectos peligrosos y negativos de la ingesta de bebidas espirituosas. Sólo el 25% es para promoción publicitaria”, explicó.

“El buen criterio requiere el abandono de la cruzada discriminatoria iniciada por Roy Cortina y el PRO con su jefe de Gobierno: se debe derogar la ley”, concluye el editorial.

La ley también le costó a Macri el enojo de otro de sus aliados en Mendoza: Nada menos que el empresario de medios Daniel Vila, que también tiene una empresa de publicidad en vía pública (Metrópolis SA).

Vila, también apeló a su medio insignia, el diario Uno de Mendoza, para publicar un editorial contra la decisión de la administración porteña. El diario de Vila y manzano centra las críticas en Cortina y afirma: "En sus argumentos, equipara erróneamente el vino con el tabaco, cuando desde siempre la industria ha promovido el consumo responsable de la bebida, destacando hacerlo moderadamente para que sí tenga un impacto positivo en la salud y, a su vez, sea disfrutable".

Como suele suceder, en medio de la polémica intervino un histórico amigo de los negocios de vía pública, el vicejefe de Gobierno, Diego Santilli, quien prometió eliminar al vino, “bebida nacional”, de la prohibición. Pero eso no ocurrió y por eso ahora los bodegueros no creen que en la reglamentación se modifique sustancialmente lo aprobado.

Con un agravante, el proyecto original si tuvo graves modificaciones que sugieren que hubo un lobby que sí surtió efecto: el de los boliches, los empresarios del espectáculo y el fútbol. Es que la ley surgida luego de una desordenada batería de iniciativas disparadas tras la masacre de Time Warp, llega al absurdo de permitir la publicidad de bebidas alcohólicas dentro de los boliches, en las shows musicales y en las canchas. Todos puntos de alto consumo, que inicialmente estaban comprendidos en la prohibición.

"Parece que funcionó el lobby del Tano Angelici", afirmaron a LPO fuentes al tanto de las negociaciones.

Los bodegueros analizan por estas horas la presentación de un amparo y además confesaron con amargura que se sintieron burlados por los funcionarios de Macri. Es que mientras el 24 de noviembre se celebraba el día del vino como bebida nacional y Coviar (Corporación Vitivinícola Argentina) participaba de unas jornadas en la Cancillería, donde Susana Malcorra ponía a la industria de ejemplo para los demás sectores de la economía argentina, se sancionaba la norma prohibitiva. “Parece que nos toman el pelo”, fue la conclusión de un reconocido empresario del rubro.