Mauricio Macri es el único optimista en el Gobierno en la recuperación de la economía, pese a que los números que difundió el Indec en las últimas horas confirmaron que se desplomaron todos los índices de la actividad económica.
El Presidente es el único que respalda al ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, que arrastra internas irreversibles con el jefe de gabinete, Marcos Peña y con el titular del Banco Central, Federico Sturzenegger.
La difusión de los datos del Indec, que indicaron que la actividad económica tuvo una caída del 3,7% interanual y acumuló una caída del 2% del PBI, se combinaron con otro revés del ministro de Hacienda en sólo 72 horas, luego de que Elisa Carrió le “enseñara” la Constitución por Twitter y lo hiciera volver atrás con la suba de la alícuota de Ganancias.
“Estrellita mía”, es el apodo con el que Lilita se refería a Prat Gay en 2009, cuando hicieron campaña juntos en la Coalición Cívica. El mote es por los aires de grandeza del ministro, que le complican su relacionamiento con el resto del gabinete.
A Macri, sin embargo, parecen no importarle los rasgos humanos de su gabinete y las alertas del Indec y en medio de versiones que indican que los empresarios piden un ministro de Economía fuerte y no un gabinete particionado, el presidente sostiene al ex JP Morgan, con quien mantiene un contacto prácticamente a diario, como el de esta tarde en la Quinta de Olivos.
La aquiescencia de Macri con Prat Gay no fue gratis: el dúo de Mario Quintana y Gustavo Lopetegui lo tiene a raya en el manejo del presupuesto, según admitieron a metros del despacho del presidente.
En este contexto, en Casa Rosada niegan posibles cambios de ministros, que este viernes volvieron a ser reclamados por Emilio Monzó: no sólo el de Prat Gay sino en especial una partida del jefe de gabinete, que según Clarín fue pedida por Carrió y Ernesto Sanz.
Aunque admiten que la canciller Susana Malcorra está en un momento crítico luego de que quedara tambaleando por dos fracasos consecutivos que dejaron al Gobierno en una pésima situación: la fallida apuesta por Hillary Clinton y su derrota en la carrera por liderar la ONU.
La crisis interna que atraviesa Malcorra con la rebelión de radicales que la rodean en Cancillería la llevó a echar a su segundo, Carlos Foradori, uno de los nombres que sonó durante meses para sucederla.
Una vez que se anunció la partida de Foradori, Malcorra quedó en pie de guerra con los radicales y debió anunciar cambios estructurales puertas adentro.
La tensa relación quedó de manifiesta esta semana, cuando la ex ONU advirtió a los secretarios de Cancilleria y diplomáticos de carrera que no hablen con la prensa.
“Cuídense porque va venir otro y les va cerrar el ISEN", habría apercibido la canciller en referencia al Instituto del Servicio Exterior de la Nación, un organismo dedicado a la formación y consolidación del cuerpo de profesionales diplomáticos, es decir, un botín de los diplomáticos de carrera.
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- 126/11/1601:41Es hora de hacer cambios marcos peña siempre le quedo grande el cargo por su culpa y duran barba, no se le dijo a la sociedad en su momento lo grave de la sltiuacion y hacer un ajuste en serio. Y ademas convocar a los gobernadores, e intendentes a hacer el ajuste.