La canciller Susana Malcorra exhibió este martes sin pudor la desconcertante falta de diplomacia de su gestión, al revelar que viajará a Nueva York a ver si logra que "alguien" vinculado al presidente electo Donald Trump se digna a atenderla.

El piletazo de la jefa de la diplomacia argentina, que se cansó de apostar públicamente por Hillary Clinton y denostar a Trump, no fue disimulado: "Voy a viajar a Nueva York alrededor del 10 de diciembre para, de ser posible, poder hacer algún contacto al nivel del trabajo que sea con el equipo de Trump".

La intemperie en la que dejó al gobierno de Macri al apostar a todo o nada por la candidata demócrata -de quien dijo incluso con el resultado ya conocido que era "una pena" que no haya sido electa- no parece conmover a la canciller, que incluso se da el lujo de echar a su número dos, el radical Carlos Fordadori, como si estuviera más allá de cualquier reclamo del presidente.

Con esa displicencia, Malcorra afirmó que "no sabe" si alguien del equipo de Trump la va a recibir "porque depende de cuánto haya avanzado el equipo de transición (del presidente electo)".

Y con ese mismo tono hasta se animó a marcarle el paso al candidato republicano: "Creemos que muchas de las cosas que están acordadas en la agenda bilateral van a tener una permanencia y no van a ser muy impactadas. Lo que más nos preocupa es que la transición tenga un tiempo de incertidumbre lo más corto posible", afirmó.

Malcorra también afirmó que tuvo "una conversación telefónica muy cordial" con Eric Trump, hijo del magnate, que según la versión de la canciller "me transmitió que el presidente Macri es muy respetado por el presidente electo, que siempre lo recordaba con afecto".

Consultada por su apuesta por Clinton, la canciller contestó que "la posición de Argentina fue una posición que el concierto del mundo compartía".

"Lo que hemos hecho lo ha hecho en general el mundo. No creo que esto haya significado un costo político. Mi lectura es que Trump siente que él ha logrado a través del voto de los norteamericanos probar que todo el resto estaba equivocado", se excusó.

Por otro lado, en la conferencia de prensa, Malcorra se negó a hablar sobre el despido de Foradori: "Sé que hay una gran expectativa pero no va a haber ningún anuncio", dijo, pero reconoció que está "revisando la estructura a la luz de todo lo que se nos viene y de cuál es la forma más efectiva y eficiente de manejar los recursos". 

La novedad fue anticipada ayer por Foradori a la prensa durante su participación de la conferencia anual de la UIA en Parque Norte, pero Malcorra no quiso dar detalles sobre la cuestión. Visiblemente molesta con su todavía vice -con el que tiene una pésima relación-, Malcorra dijo que "cualquier mención en este momento no es buena y menos cuando involucra a otra gente".

"Yo trabajo con un equipo con el cual trato de tener una sintonía fina y me parece que estos comentarios, estos ruidos, no contribuyen a eso", agregó.