El ingreso de un proyecto para declarar "territorio libre de pirotecnia" al municipio de Pilar terminó en un escándalo que incluyó piñas, gritos e insultos en medio de los pasillos del Concejo Deliberante.
El nuevo capítulo de la novela que no deja en paz al Concejo Deliberante del municipio de Nicolás Ducoté comenzó el 14 de noviembre cuando el edil de Cambiemos Gustavo González presentó un proyecto de Ordenanza para prohibir la venta de pirotecnia, a pocos días de la llegada de las Fiestas y en el pico de venta del rubro de fuegos artificiales.
La iniciativa –que está basada en una similar sancionada en Bahía Blanca- busca prohibir la venta de la misma en comercios y tanto de forma ambulante como particular. El argumento principal son los “efectos nocivos” que puede desencadenar su uso incorrecto. Con ordenanza vigente, la Municipalidad está obligada a ir, clausurar y confiscar la mercadería.
El proyecto no fue bien recibido por los empresarios del sector, que temen que de aprobarse la ordenanza perjudique a sus negocios. Por este motivo, se hicieron presentes el viernes en el Concejo Deliberante donde quedaron envueltos en una riña con González, supo LPO.
El escándalo tuvo lugar el viernes, cuando mientras todos los ediles estaban focalizados en apaciguar otra polémica local -en el salón de comisiones se discutía la Ordenanza Tributaria 2017- se desencadenó una polémica paralela: González y comerciantes ligados a la venta de fuegos artificiales comenzaron una tensa discusión en los pasillos, que más tarde se trasladó al patio del Concejo.
Es que la discusión subió de tono y desembocó en insultos, golpes y un escándalo que alcanzó los oídos de todos los presentes. Fuentes locales contaron a LPO que el conflicto se desencadenó cuando los representantes del Concejo nombraron al vendedor más conocido que tiene Júpiter en Pilar, "Cacho" Di Santo, y hablaron de los réditos económicos que le genera la actividad.
Indican que, como consecuencia de esa información, se produjo la "visita" a la sede administrativa del HCD del comerciante con algunos acompañantes y terminó con la agresión a uno de los concejales oficialistas.
Desde el massismo acusan a González y al flamante presidente del Concejo, Gustavo Trindade, de haber hablando con el dueño de Júpiter cuando el proyecto siquiera había comenzado a ser discutido en comisión, para ponerlo al tanto de la situación a cambio de negociar con él alguna salida posible.
Según esa denuncia, cuando terminó aquel encuentro el dueño de Júpiter habló con los empresarios que tienen puestos de ventas de fuegos artificiales y los reclutó así rumbo al Concejo, donde se produjo la escandalosa pelea.
Desde Cambiemos confirmaron el conflicto, aunque le bajaron el tono a la riña. Sin embargo, los concejales informaron que el proyecto seguiría siendo debatido mañana y vaticinaron que habrá un nuevo conflicto, ya que -en un mes clave para el sector- la ordenanza tocaría fuertes intereses en Pilar.
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La prohibición NO reduce los accidentes, sólo fomenta la venta y uso de pirotecnia clandestina, fabricada con componentes químicos inestables, que aumentan exponencialmente el riesgo de la población en lugar de disminuirlo.
Sin productos seguros y legales disponibles en el mercado, los daños serán mayores de los que se pretende erradicar.