La reforma política que implementan el sistema boleta electrónica para las elecciones sigue congelada en el Senado, donde aún hay varios gobernadores que no están dispuestos a cambiar el sistema tradicional de votación.

Rogelio Frigerio dijo que aún confía en sancionar la ley antes de fin de año, pero no evitó pegarles a los mandatarios que no dan el brazo a torcer.

"Hay gobernadores que no quieren perder las ventajitas que el viejo sistema electoral le daba al que manejaba el aparato de la política", protestó el ministro del Interior.

Como explicó LPO, los gobernadores que asistieron a la quinta de Olivos el miércoles le permitían a Macri lo acercaban a la mayoría del Senado, los ausentes en ese desayuno aún estaban en condiciones de frenarla.

Tas reunirse con Frigerio, Miguel Pichetto no encontró sintonía en su bloque y prefirió pisar el freno: llamó a una reunión con los gobernadores para el jueves y recién después volver a hacer números.

“Todavía hay esperanzas de que podamos llevar adelante esta reforma. Hay muchos gobernadores que se han puesto a la par de presidente apoyando esta iniciativa”, se ilusionó Frigerio.

Una de las opciones para negociar que baraja el Gobierno es implementar una implementación gradual de la boleta electrónica y dejar afuera a las provincias más rebeldes.

Pero sus gobernadores no quieren caminos intermedios y hablan de eliminar el chip de la boleta electrónica en el proyecto de ley, para que las máquinas sólo puedan ser impresoras y no transmitan datos.

Si es así, Macri prefiere que no haya ley. “Tenes que entender que no es fácil pedirle a los gobernadores cambiar un sistema de votación que los hace ganar”, le explicaron en la última reunión de mesa política.

Frigerio confirmó que la reforma política será parte de la convocatoria a sesiones extraordinarias que hará Macri para diciembre, cuando también quiere tratar la reforma de la ley de ART y los cambios en Ganancias, aunque en este caso difícilmente llegue a sancionarse.