A pesar de una campaña monumental para movilizar el voto latino y de una cobertura sumamente hostil para con Donald Trump, Univisión no pudo lograr que Hillary Clinton triunfara en La Florida. La señal hispana líder no logró su cometido en el Estado en el cual, junto a California, es más fuerte. El dueño de Univisión es Haim Saban, donante top de la campaña demócrata.

Univisión quemó las naves con Trump y por eso en las últimas horas crece el rumor de que Televisa, que ya es accionista de la cadena, podría hacer una oferta para adquirir la mayoría accionaria. Ganaría injerencia desde los noticieros y tendría un nuevo público para sus contenidos generalistas.

El plan inicial de Saban es hacer pública a la empresa pero el contexto actual no sería el más favorable, al menos hasta entender si el Trump presidente será efectivamente distinto al Trump candidato. En los últimos meses en busca de hacer más atractiva la compañía Saban adquirió diferentes medios digitales en ingles con un contenido juvenil.

En julio pasado, Televisa y Univisión solicitaron a la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (la FCC) el permiso para que la tenencia accionaria de la mexicana pueda superar el 25% que permite la ley de inversión extranjera de ese país.

En el documento se propuso que la participación de la empresa mexicana en Univisión aumente a 40%. Actualmente, Televisa posee 7% de las acciones de la cadena estadounidense y 30% de su deuda, la cual buscará convertir en acciones a través de una Oferta Pública de Acciones.

Se esperaba que una primera resolución por parte de la FCC se dé en los primeros días de septiembre y en octubre la decisión final. Pero nada se ha resuelto.

El triunfo de Trump dificulta esta operación, toda vez que Televisa planea hacerse de las acciones de Univisión a través de una colocación accionaria en la Bolsa de Nueva York. Esto, sin tomar en cuenta las posibles modificaciones en los acuerdos bilaterales y los tratados comerciales que Trump ha asegurado pondría en marcha.