El presidente de México, Enrique Peña Nieto, ya se comunicó con Donald Trump por vía telefónica para felicitarlo por su triunfo y acordaron que se reunirán antes de que el presidente electo de Estados Unidos asuma en el gobierno.
Peña Nieto intentó enviar tranquilidad al pueblo mexicano, acaso uno de los más consternados por el triunfo de Trump por las promesas de campaña antimexicanas que realizó el magnate neoyorquino.
El gobierno mexicano adelantó que en esta llamada se estableció que los equipos de trabajo de ambas administraciones se pondrán en contacto para comenzar a trabajar en conjunto para poder diseñar una agenda de trabajo bilateral.
Ante un temor sobre los impactos económicos y financieros del triunfo de Trump, el presidente reforzó el mensaje que han venido dando los encargados de Hacienda y el Banxico, José Antonio Meade y Agustín Carstens: “tenemos fundamentos sólidos”.
"Se abre un nuevo capítulo en la relación de México y Estados Unidos, que implicará un cambio, un reto; pero también una oportunidad”, afirmó el mandatario, insistiendo en que él seguirá priorizando el diálogo.
Por otra parte, el ex secretario de Hacienda, Luis Videgaray, que terminó eyectado del Gobierno por haber propiciado el encuentro de Trump y Peña Nieto y ahora comenzó a recuperar aceleradamente poder, ya debió negar que vaya a ocupar una serie de cargos importantes.
A Videgaray le recomendaron desde la Cancillería y la embajada en Washington hasta la representación en las Naciones Unidas. Tiene en su favor además del conocimiento de Trump, que lamentó públicamente su desplazamiento, una relación buena con Paul Ryan que se encamina a presidir la Cámara de Representantes.
