El intendente de Ezeiza, Alejandro Granados, desde hace tiempo da muestras de su acercamiento al macrismo y fue uno de los grandes ausentes en la cumbre que reunió a 54 intendentes del PJ en Lobos. Pero además de no participar del evento, provocó al peronismo e invitó a funcionarios del gobierno bonaerense a un asado en su quinta.

Antes de la comida se organizó un partido de fútbol, del que participaron Manuel Mosca, legislador del PRO; Gastón Fossati, titular de ARBA; Fernando Rovello, funcionario de Lotería de la Provincia; Christian Gribaudo, jefe de del Instituto de Previsión Social; el diputado Waldo Wolff; Sebastián Neuspiller, director del IOMA; Alex Campbell, subsecretario de Asuntos Municipales, y el alcalde de San Miguel, Jaime Méndez. El Ministro de Economía bonaerense, Hernán Lacunza, llegó para el postre, según reveló Ámbito Financiero.

Desde el entorno de Granados aseguraron a LPO que la relación del sheriff con los funcionarios de Cambiemos es “espectacular” y que se suponía que el asado “no tenía una finalidad política”. Lo cierto es que si bien Granados desde hace tiempo que está en sintonía con funcionarios macristas, en sus últimas apariciones públicas ya se muestra alineado al PRO.

El ex ministro de Seguridad de Daniel Scioli se jacta de haber arrancado “ayudando en la transición” más que cualquier otro intendente y fue el primero en patearle el tablero a Cristina Kirchner en diciembre. “Hizo público lo que muchos piensan en privado”, dicen desde Ezeiza e interpretan que eso le dio “chapa” frente al PRO y se ganó la confianza de la gobernadora María Eugenia Vidal. 

Los intendentes se nuclearon en los grupos Esmeralda, Fénix, El Establo y Patria. Granados y Mario Ishii son los barones del conurbano que no se identifican con ninguna de esas divisiones internas, sino que responden a una “quinta línea”, acercada al PRO pero que aún no está institucionalmente dentro del Gobierno, a diferencia de otros jefes comunales que ya marcaron su pase como el de San Nicolás, Ismael Passaglia, y el de San Miguel, Joaquín de la Torre. Ellos brindan su apoyo político pero “desde afuera”.

Mientras tanto, allegados a Granados explican que la convocatoria al asado no fue para congregar a miembros del oficialismo sino que son gente con la que ya tiene una “excelente” relación, por ejemplo con Campbell, asiduo visitante de Ezeiza. También describen su buen vínculo con los ministros bonaerenses Cristian Ritondo y Edgardo Cenzón, con Vidal y también funcionarios nacionales como Guillermo Dietrich, Rogelio Frigerio y Carlos Regazzoni.