Los reportes de los departamentos de research de los principales bancos de Wall Street han comenzado a introducir con mayor frecuencia pronósticos referidos a un "clima proteccionista" que sobrevendrá tras la campaña electoral en Estados Unidos.
Informes de entidades como JP Morgan Chase, Goldman Sachs o Bank of America coinciden en señalar que uno de los principales impulsores de esta nueva tendencia en un eventual gobierno de Hillary Clinton será el actual candidato a vicepresidente Tim Kaine, que además estará al frente del Senado donde se negocian los tratados de comercio con otros países.
Para esta percepción fue clave que el ex gobernador señalara en una entrevista días atrás que apoya los tratados siempre y cuando cumplan con tres condiciones: incremento del empleo, elevación de los salarios y que no vulneren la seguridad nacional.
La respuesta es coherente con uno de los grandes temas de a campaña: los efectos de la globalización sobre la clase media estadounidense.
Recientemente en la Asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa en Ciudad de México, Michel Reid, editor de The Economist, explicó que el giro proteccionista de Estados Unidos es una respuesta a la furia de los trabajadores estadounidenses de los sectores industriales tradicionales por las pérdidas de puestos de trabajo, sector en los que permeó fuerte el discurso de Trump contra la relocalización de fábricas en China y sobre todo en México, a partir de la celebración de TLCAN.
"Es evidente que uno de los costos de la globalización ha sido la desindustrialización de Europa y Estados Unidos", reconoció el editor y se preguntó: “¿Ante el posible cambio de políticas en Estados Unidos, México apostó mal al abrir su economía y sumarse al TLCAN?”, para contestarse “no lo creo, hizo lo lógico en un mundo globalizado, pero ahora deberá profundizar su integración con el resto de Latinoamérica, para compensar el giro en Estados Unidos. Debe repensar su integración regional”, apuntó.
Hillary también
Por otro lado, se conoció un documento enviado a inversionistas del Grupo Banorte que ya da por hecho que un triunfo de Clinton tampoco será positivo para México, porque la candidata demócrata también iniciará un giro proteccionista de la economía de su país, como anticipó LPO.
El paper confirma que Hillary no se muestra del todo de acuerdo con el tratado de libre comercio con México, que tendrá que hacer concesiones a asociaciones de trabajadores de manufacturas que cuestionan el tratado y que tampoco se ve viable el apoyo de los demócratas al Tratado TransPacífico (TPP).
El Grupo Banorte recuerda que ya en el año 2008 Barack Obama se había mostrado a favor de revisar el tratado con México, especialmente lo referido a las relaciones laborales.
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