El partido de Michelle Bachelet perdió en las principales ciudades de Chile contra el frente de derecha que encabeza Sebastián Piñera, quien ya asoma como el sucesor de la presidenta del país trasandino.

Con la menor asistencia a las urnas desde el retorno a la democracia, puesto que votó sólo uno de cada tres chilenos, el frente de derecha que integran cuatro partidos y encabeza el ex presidente Piñera ganó en Santiago, la capital del país y en otras ciudades importantes como Las Condes, Providencia o Vitacura.

"Piñera descorcha champagne: derecha gana comunas emblemáticas de Santiago", fue el título del medio chileno El Mostrador, en referencia al posicionamiento del accionista de LAN, quien tras culminar una gestión con baja aceptación comenzó a ser mejor considerado por los chilenos ante el endeble regreso de Bachelet a la presidencia.

Tocado, el ex presidente socialista Ricardo Lagos y posible candidato, reclamó a Bachelet "enmendar el rumbo" del Gobierno.

La performance de Piñera es un espejo en el que suele mirarse el gobierno de Mauricio Macri por tratarse de un hombre de empresa que gobernó un mandato que fue leído como "mediocre" pero con el correr de los años se valorizó, al punto que hoy es el candidato favorito para las presidenciales del año próximo en las que podría enfrentar a otro ex presidente: El socialista Ricardo Lagos.

La alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá, perdió la reelección ante Felipe Alessandri, del frente de derecha Chile Vamos. Su caída simboliza una dura noche para la Nueva Mayoría, el frente oficialista que lidera Bachelet y que podría postular a Lagos.

La caída del oficialismo en rigor no es una sorpresa: Bachelet tiene una aceptación que ronda apenas el 15 por ciento y su intento de "reformar" el modelo chileno para que sea más inclusivo quedó atrapado en un pantano de reformas no concretadas que enojaron a propios y ajenos.

El oficialismo perdió ante la derecha en ciudades emblemáticas como Viña del Mar, Providencia, Vitacura, Las Condes, Maipú, Providencia, La Reina, Puente Alto, Ñuñoa y Lo Barnechea. Incluso cayó en Valparaíso, en manos del joven independiente Jorge Sharp, que abjuró tanto del frente de Piñera como del oficialista.

Bachelet reconoce en La Moneda la impactante derrota.

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Tocado, el ex presidente Lagos, intentó un mea culpa: "Todos hemos sido castigados por la abstención, es momento de una reflexión profunda" y llamó al gobierno de Bachelet a “enmendar el rumbo”, aunque se cuidó de remarcar que la elección municipal no tiene nada que ver con la presidencial.

Mientras tanto, radiante y escoltado por parlamentarios de Chile Vamos, Sebastián Piñera daba un estrecho abrazo a la alcaldesa electa de Providencia, Evelyn Matthei.

Lagos fue protagonista de la campaña municipal oficialista y su partido fue uno de los principales perjudicados de la jornada, pues tres de las derrotas emblemáticas fueron suyas: Santiago, Ñuñoa y Valparaíso.

Bachelet habló en La Moneda pasadas las 21 horas y empleó un tono inusualmente crítico con su coalición: “Hemos tenido debilidades en algunas comunas y como coalición a veces hemos mostrado más división que unidad en torno a los temas que de verdad importan a los ciudadanos”, reconoció.