Esta mañana se reunieron la Bolsa de Comercio, el administrador de la AFIP, Alberto Abad, el presidente de la Bolsa, Adelmo Gabbi, banqueros y grandes empresarios para hablar de inversiones y el blanqueo.

Horas más tarde, Abad dio a conocer que el Sinceramiento Fiscal arrancará con una prórroga. Pese a que se había negado férreamente a la modificación de las fechas, a último minuto consideró que el blanqueo tiene mayores posibilidades de éxito si se extiende una semana el plazo para abrir la cuenta especial bancaria para el depósito de billetes hasta ahora debajo del colchón.

Era un pedido de los banqueros al que en más de una ocasión, Abad se había mostrado renuente. Su política desde comienzos de septiembre había sido no hacer más modificaciones a la normativa resolutoria para no generar la sensación en los contribuyentes de que poco a poco la AFIP iba a ir corriendo plazos o aflojando en exigencias.

La sumatoria de dificultades que enfrentó la entidad para lograr la adhesión de los bancos hizo que muy sobre la fecha límite original persistieran las barreras para que los contribuyentes no bancarizados pudieran abrir una cuenta bancaria. 

La falta de directivas claras de parte del Banco Central no ayudó. En muchos casos los bancos sumaron exigencias para cubrirse las espaldas frente a multas en investigaciones por evasión. En otras ocasiones, las trabas se originaron porque los contribuyentes con tenencias en negro no cumplían con los requisitos que piden los bancos por reglamentación interna, como ser, ingresos en blanco.

Una vez resueltos los escollos, se sumó que, por la cultura de dejar todo para último minuto y porque el margen de tiempo era escaso, ahora los bancos encuentran un cuello de botella para poder hacer frente a las solicitudes de apertura de cuentas. Solo el Banco Santander Río hizo la habilitación online para clientes. El resto de los bancos decidieron atender a los contribuyentes por mostrador.

De hecho, la última dificultad vino por el lado del paro de bancarios que mantuvo este lunes y este martes sin atención a los clientes y demoró tanto la apertura de cuentas como el pago del VEP por el 1% del monto a depositar, que es un requisito previo al depósito.

Como el VEP tiene un plazo de vigencia de 48hs, el paro hizo que a más de uno se le venciera. Y el sistema de la AFIP estuvo funcionando con errores a la hora de regenerar el VEP para el pago y más de un contador a última hora estuvo consultando cómo reimprimir un volante electrónico de pago (VEP) para que sus clientes pudieran llegar a tiempo con los plazos originales. Esto fue la última gota que hizo que el vaso rebase y que Abad diera el brazo a torcer frente al pedido de prórroga de los banqueros.