La promocionada reforma política de Mauricio Macri se aprobará mañana en la Cámara de Diputados y hay acuerdo para incorporar la boleta única electrónica, un cambio al centenario sistema de papeletas.

Como explicó LPO, el Senado puede discutir la forma de escrutinio, porque en el PJ no están de acuerdo en que haya un chip, pero ya nadie discute que las boletas desparramadas en el cuarto oscuro deben quedar para los recuerdos.

Pero el debate ya no es ese: a pocas horas de la sesión, no está claro si en la votación en particular habrá mayoría para cambiar el sistema de primarias, para que sólo se pueda votar a un partido; y hay dudas sobre la paridad de género, una incorporación final impuesta por el Frente Renovador.

Se trató de otra patriada de Malena Galmarini, esposa de Sergio Massa y artífice de la ley de paridad de género en la Legislatura de la provincia de Buenos Aires.

En el Congreso el tema se coló en la reunión de comisión y ningún bloque se animó a frenarlo, porque todos temían una rebelión interna.

Pero fue tan improvisada su irrupción que aún no está claro cómo se hará para que tras las internas las listas queden intercaladas en partes iguales.

El proyecto habla de un sistema d’ont para las primarias, que no convence ni siquiera a Graciela Camaño, jefa del bloque Frente Renovador. Tampoco a Emilio Monzó y a la mayoría del bloque Cambiemos.

Y en este escenario esta tarde se especulaba con que, llegada la votación en particular, no haya número posible para aprobar esos artículos.

Conocedora de esta jugada, Malena se reunió esta tarde con Margarita Stolbizer y Victoria Donda y acordaron estar atentas a que no haya sorpresas.

Lograron sumar a Carla Carrizo, de la UCR, quien tendrá la misión de supervisar a Mario Negri, para que no haga travesuras.

El dato llegó a oídos del bloque FpV-PJ, que votará en contra de la reforma, pero por las dudas se quedará en el debate en particular a chequear si están los 129 votos, necesarios para alcanzar cualquier mayoría.

El debate por las primarias es aún de final más abierto. El bloque justicialista, referenciado en los gobernadores, siempre se opuso a que se impida votar a dos fuerzas diferentes en una primaria.

Cambiemos alude a problemas técnicos. Alegan que las máquinas no están preparadas para poner tantas ofertas, pero sin embargo en Brasil, donde hay voto electrónico, eso sí es posible.

Al Frente Renovador no le molesta ese cambio y firmó el dictamen con Cambiemos, pero no hay garantías de llegar a la mayoría. Es que si bien faltan pocos votos, las internas cerradas no le convienen a ninguno de los partidos provinciales que suelen ser aliados eventuales del oficialismo.

Sí tal vez le vendría bien al kirchnerismo, porque potenciaría la figura de Cristina Kirchner en la provincia de Buenos Aires. Tal vez aparezca algún diputado de La Cámpora y vote a favor sin darse cuenta.