“Es un drama, es terrible, no podemos
salir de nuestro asombro, pero es la oportunidad para hacer lo que queríamos
desde un principio: apretar a los fiscales y dejar en claro que se acabó la
joda”, resumió un cercano colaborador de Alfredo Cornejo sobre qué actitud
tomará e Gobierno respecto al rol que jugó la Justicia en al menos uno de los
tres femicidios que sacudieron a Mendoza en los últimos días.
El miércoles en la mañana, se conoció el horroroso crimen de Ayelén Arroyo, una joven de 19 años asesinada de un puntazo en el cuello por su padre. La chica, el 14 pasado, había denunciado a su progenitor por intentar abusar de ella.
La denuncia la radicó en la Fiscalía de la jurisdicción Maipú-Luján, a cargo en ese momento del fiscal Fabricio Sidoti. El funcinario judicial tomó el caso, ordenó la exclusión del hogar del hombre –Roque Arroyo, de 54 años– pero no ordenó pericias ni lo imputó. El padre de Ayelén se mudó a una casa a excasos 100 metros de la morada que ocupaba la joven.
El desenlace, según la visión de Cornejo, podría haberse evitado si el fiscal hubiera tomado alguna otra medida procesal, en vistas de proteger a la denunciante.
En conferencia de prensa, el ministro de Gobierno, Damiro Garay, anunició: “Voy a pedir, con el subsecretario (de Justicia, Marcelo D’Agostino) y con la adhesión de legisladoras de distintos partidos políticos de ambas cámaras, que se realice una investigación formal por medio del Jury de Enjuiciamiento al fiscal Fabricio Sidoti”, y agregó: “La decisión responde a una solicitud expresa del gobernador”.
En ese sentido, el rol del fiscal Sidoti, Garay espetó: “Ante un delito tan grave no se lo imputó a Roque Arroyo –padre de Ayelén– sino que se lo dejó en libertad, fijando el domicilio a unas cuadras y ningún tipo de pedido de pericias psicológicas al imputado sino a la víctima. Pericia que se hace en dos días y que ratifica que su relato era creíble. Estos elementos hacen meritoria la apertura del pedido del Jury de Enjuiciamiento, porque creemos que esta muerte era evitable”.
En paralelo, el flamante procurador de la Corte, amigo y colaborador en la campaña de Cornejo, Alejandro Gullé, anunció medidas inmediatas para combatir los femicidios: potenciar y mejorar la línea de denuncias 144 y crear una fiscalía específica para casos de violencia de género.
Asimismo, fuentes cercanas a la Gobernación, confirmaron que las acciones tanto de Cornejo como de Gullé se coordinaron durante buena parte del miércoles, cuando Mendoza se conmocionaba con el asesinato de Ayelén, tras las muertes violentas de Janet Zapata (29) y Julieta González (21), el lunes y el martes respectivamente.
La decisión es clara: ajustar las clavijas en el Poder Judicial para que no vuelva a ocurrir lo de Ayelén. Así, tanto los fiscales como sus ayudantes y secretarios, estarán bajo presión de ser expulsados de sus cargos tal como buscará Cornejo ejemplificar con Sidote.
El camino es largo de todas maneras. Para destituit por mal desempeño a quien tenga un cargo obtenido por acuerdo del Senado –como es el caso de los magistrados– un tribinal de 21 miembros debe habilitar el proceso, similar a un juicio oral y público.
Este tribunal multitudinario –el Jury de Enjuiciamiento– lo conforman los 7 ministros de la Corte, 7 diputados y 7 senadores proviciales.
Dentro del Poder Judicial, la decisión de Cornejo de intentar expulsar a Sidoti cayó muy mal. Desde un primer momento, apenas conocido que Ayelén Arroyo había denunciado a su padre y asesino, por diferentes vías, colegas y subordinados del fiscal ahora apuntado, explicaron que el supuesto abuso había ocurrido hace tres años, y que la joven recién lo denunció pocos días atrás a instancias de una amiga.
Al mismo tiempo, se indicaba que “yo hubiera hecho lo mismo”, en relación a las medidas que adoptó Sidoti con Roque Arroyo. Gullé, en las primeras horas, mantuvo un silencio llamativo: estaba acordando con Cornejo qué hacer, cómo y en qué momento.
En esas charlas se decidió que fuera el Gobierno quien denunciara primero a Sidoti, presentación a la que quizás luego se podría sumar la Procuración.
Lo cierto que la seguidilla de femicidios hicieron reaccionar a Cornejo y a su procurador, y no dudaron un enviar un mensaje a todo el Poder Judicial. El mismo ha caído muy mal, dejando abierta la puerta a la posibilidad de resisitr las órdenes que vengan desde el Ministerio Público Fiscal, hoy un brazo más del Ejecutivo provincial.
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- 230/09/1612:01Cornejo, nazi de cuarta, felpudo de la minería contaminante y saqueadora, anti democrático, chorro e inútil...ahora pretende manipular la justicia.....reverendo hdmpta !!!!!
- 130/09/1600:06No existe la palabra "femicidio", es el homicidio de una muje. Ademas de que esa palabra es inventada po pseudoprogres, el homicidio de una mujer no vale ni mas ni menos que el homicidio de un hombre y no se tiene porque dar un trato preferencial ante la ley siendo que en cualquier caso un asesinato es un delito grave.