Juan Pablo Piccardo renunció luego de 6 años a la presidencia de Subterráneos de Buenos Aires (Sbase) por motivos personales.

Piccardo, que fue al Colegio Newman con Mauricio Macri y antes había sido su ministro de Espacio Público, estuvo en el cargo desde 2009 y había seguido en la empresa estatal una vez que asumió Horacio Rodríguez Larreta.

Se trata de un histórico del PRO y uno de los primeros hombres del mundo empresario que se sumó a la gestión macrista. Lo notable es que en un Gobierno donde no sobran los funcionarios con experiencia, Piccardo deja el cargo para irse a su casa.

El ex Isenbeck será reemplazado por el vicepresidente de la compañía Edgardo Campelo, que se hará cargo de la operación de las seis líneas de subte manera interina hasta tanto se designe el nuevo presidente.

Fuentes del gobierno porteño señalaron a LPO que Campelo -que también tiene línea directa con el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich- también tiene buenas chances de quedar en el cargo de manera permanente.

Además de su buena relación con Dietrich, lo determinante es la cercanía con el ministro de Desarrollo Urbano, Franco Moccia, quien por el contrario no tenía una buena relación con Piccardo, uno de los motivos que terminó precipitando su salida.

En el gobierno porteño algunos funcionarios lamentaban la salida de Piccardo que pese a su estilo a veces un poco áspero, era reconocido por su ejecutividad. 

Sin embargo, con el cambio de Gobierno las internas estaban trabando el avance del proceso de modernización de la red de subtes, con créditos y ejecuciones demoradas. Se trata además de un plan bastante modesto que se conforma con completar la línea H hasta Retiro y recién en 2018 o 2019 habilitar las pocas estaciones que extienden la línea E por El Bajo.