En Casa Rosada ya comenzó la pelea por el timón de la campaña para 2017, que como en las elecciones anteriores, estará bajo la órbita del cada vez más influyente Marcos Peña.

El jefe de gabinete tiene a cargo la estrategia comunicacional y discursiva, que este sábado tuvo su sello con un timbreo nacional al que tuvieron que asistir desde Mauricio Macri hasta Carlos Melconian.

Sin embargo, dentro de su equipo se disputan por tener la última palabra ante Peña en cuanto al diseño de la campaña.

Quienes pujan son el subsecretario de Difusión de la jefatura de gabinete, Ezequiel Colombo y Federico Morales, subsecretario de Relaciones con la Sociedad Civil, dependiente de la Secretaría General de la Presidencia que encabeza Fernando de Andreis, histórico hombre del riñón de Peña.

Colombo es amigo personal del jefe de gabinete y tiene a su cargo el diseño de las campañas públicas, como la de prevención frente al dengue.

Es uno de los responsables de la estrategia publicitaria que llevó a Macri a la presidencia junto a Joaquín Mollá y Andrés Gómez, dos publicistas que se encargaron de los spots de campaña y terminaron en guerra luego del ballotage.

Morales, en tanto, es además el secretario nacional de movilización y voluntariado del PRO nacional y estuvo al frente de la organización de los timbreos.

Fanático del modelo comunicacional de Barack Obama, este funcionario fue quien le propuso a Peña el modelo de voluntariado con el que el PRO intenta distinguirse de los partidos tradicionales, sin depender de punteros locales.

La modalidad de los voluntarios fue considerada como un éxito por el propio Peña, que antes del ballotage aseguró que logró reunir un millón de adhesiones en la plataforma que diseñó otro hombre importante de su equipo, Julián Gallo.