Sergio Massa sigue marcando los tiempos del proyecto de reforma política, que Mauricio Macri quiere sancionar cuanto antes, si es necesario, sin escuchar especulaciones de sus operadores políticos.

Tal es así que desechó, ya por completo, el pedido de María Eugenia Vidal para demorar la implementación de la boleta única electrónica en Buenos Aires, para no facilitarle la elección a Sergio Massa.

“Yo te garantizo que hay máquinas para votar en todo el país”, insistió el ministro de modernización, Andrés Ibarra, quien ya diagramó la licitación para cuando haga falta.

La especulación de no usar la boleta única en Buenos Aires surgió cuando especialistas plantearon en el debate en comisión que lo mejor era una implementación gradual.

Rápido reflejos, Massa se anticipó a las mañas de Emilio Monzó y condicionó la aprobación de la reforma a la aplicación de la boleta única en la provincia.

Pero cuando Ibarra se lo garantizó, el diputado del Frente Renovador fue por más y exigió un control del sistema el día de la votación.

Lo llaman “control comitente”, que consiste en hacer simulaciones en ciudades grandes en cuartos oscuros específicos en la misma mañana de los comicios, supervisados por la Cámara nacional electoral.

En Cambiemos dicen que no tienen problemas, pero que esperan la propuesta “por escrito” por temor a excesos.

Y según supo LPO, el borrador que trabajaban esta tarde los diputados del Frente Renovador Graciela Camaño y Juan Brügge era bastante rígido.

Exige que la simulación sea de 8 a 13 en la mañana el día de la elección y que las juntas electorales provinciales informen el resultado antes de las 18. Si la Cámara electoral no está conforme puede anular la elección.

Otro planteo del massismo es que el escrutinio manual sea obligatorio en cada mesa electoral y recién después se transmitan los votos mediante el chip de las máquinas.

Recuerdan el caso de Salta, donde la oposición exigió contar los votos en cada mesa y no lo logró y debió conformarse con un recuento 48 horas más tarde. 

Cambiemos dice que no habrá problema. “Sólo queremos la ley cuanto antes”, repiten sus legisladores. Si mañana hay acuerdo, Pablo Tonelli podría convocar a la Comisión de Asuntos Constitucionales para el jueves próximo.

Cambiemos sabe que sin el Frente Renovador no hay ley posible, porque el kirchnerismo no quiere saber nada con incorporar máquinas en la votación. 

Un aspecto donde no habrá acuerdo será el sistema de votación en la primaria, que el proyecto prevé sin corte de boleta posible. Toda la oposición está en contra y Cambiemos insistirá en el recinto, donde siempre puede conseguir un aliado inesperado.