Florencio Randazzo decidió tomarse dos meses para decidir si compite en las legislativas del año próximo en la provincia de Buenos Aires, donde podría enfrentar al candidato del Gobierno, a Cristina Kirchner y a Sergio Massa.
El ex ministro se reunió esta tarde en sus oficinas del microcentro con el intendente de Bolívar, Eduardo "Bali" Bucca, referente del “Grupo Esmeralda”, los alcaldes peronistas que se unieron para plantear una estrategia electoral autónoma tanto de Massa como de Cristina.
Randazzo comenzará a visitarlos en las próximas semanas, para recién después decidir si se anima a ser candidato.
Si bien confía en su buena imagen, que sostiene incluso mejoró por no haber sido “un tirapiedras antigobierno” durante los ocho primeros meses del macrismo, no le encuentra sentido a competir sin poder avanzar en un armado electoral para pelear por la presidencia en 2019, su sueño frustrado.
En la charla, Randazzo fijó dos límites: No quiere compartir boleta con Cristina Kirchner, pero tampoco con Sergio Massa.
Su ilusión es un frente “progresista peronista”, que podría incluso incorporar al socialismo. Mantiene un vínculo estrecho con el ex gobernador Antonio Bonfatti, con quien compartió decenas de actos el año pasado y hasta especuló en ese momento con que sea su compañero de la fórmula que por decisión de Cristina nunca pudo presentar
Pero Randazzo también especula con un acuerdo con el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, otro interesado en suceder a Mauricio Macri. "No hay que descartar que compartan una fórmula", afirmaron a LPO fuentes al tanto de las negociaciones.
De hecho, Urtubey también mantiene contactos con el grupo Esmeralda y hay varios interesados en producir un encuentro entre el ex ministro del Interior y Transporte y el gobernador de Salta.
Estos intendentes creen que Randazzo es el indicado para sacarlos de una opción que los inquieta: Cristina o Massa. Esa disyuntiva los obliga a anticipar el 2019 y además saben de la voracidad de ambos por colonizar las listas. Con Randazzo, creen, el armado sería más horizontal.
Por eso, una de las prioridades de este grupo -que hablaron en la cumbre que mantuvieron este miércoles- es barrer a los actuales apoderados del PJ bonaerense, los cristinistas Eduardo “Wado” de Pedro y Jorge Landau, para recuperar así el poder definir las listas. Sería el primer golpe contra el kirchnerismo, que ya trabaja en una candidatura de Cristina.
No desconocen los intendentes que la candidatura de Randazzo partiría en tres al peronismo bonaerense, un escenario ideal para María Eugenia Vidal y Mauricio Macri que podrían salir primeros con poco más del 30 por ciento de los votos. No es un secreto la buena sintonía del ex ministro con Macri y con su sucesor, Guillermo Dietrich, que concentra las denuncias en Julio de Vido y siempre se olvida de su antecesor.
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Este es un ex kirchnerista, afuera.