Directivos de la empresa italiana ENEL se reunieron con Nicolás Posse y Luis Caputo y le confirmaron que dejaban suspendida la venta de la distribuidora eléctrica Edesur.

Lo curioso es que el anuncio a los ministros se da el mismo día que el gobierno prorrogó las concesiones hidroeléctricas sobre los ríos Limay y Neuquén, que están vencidas desde el año pasado. Entre ellas se encuentra la hidroeléctrica El Chocón que tiene una potencia instalada de 1.200 MW y es manejada por Enel.

Los dos anuncios consecutivos revelan la presión de ENEL para seguir controlando la hidroeléctrica y la importancia de ese negocio para la compañía italiana. Incluso, trascendió que en la reunión con Posse y Caputo, los directivos de la energética plantaron la posibilidad de extender la concesión de la central hidroeléctrica ubicada sobre el río Limay.

La compañía había anunciado a fines de 2022 que buscaría vender todos sus activos en Argentina. Allí incluía a Edesur, las centrales térmicas Costanera y Dock Sud, la concesión de la hidroeléctrica El Chocón, líneas de transmisión y de transporte de energía eléctrica.

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En la Rosada estuvieron, en representación de la empresa, Flavio Cattaneo, CEO global de ENEL; Claudio Weyne Cunha, country manager de ENEL en Argentina; Alejandra Martínez, directora de Relaciones Externas; y Juan Carlos Blanco, presidente de Edesur.

La compañía manifestó su visto bueno a las medidas de desregulación del sector energético que encaró Milei en las primeras semanas del nuevo gobierno, como así también de las incluidas en la Ley Ómnibus, que el oficialismo intentará empujar por segunda vez en el Congreso.

Los directivos de ENEL con Nicolás Posse y Luis Caputo.

Nueva prórroga

La secretaría de Energía de la Nación decidió extender por 60 días más los contratos de Alicurá, El Chocón y Cerros Colorados a partir del 19 de marzo. En tanto, Piedra del Águila, que tiene contrato vencido desde diciembre pasado, tendrá un nuevo período de transición desde el 28 de abril.

La decisión se da en medios de una fuerte pulseada entre las empresas que quieren seguir gestionando las hidroeléctricas y las provincias patagónicas que quieren ser quienes decidan el futuro de las represas que fueron privatizadas en 1993.

Sucede que, desde la reforma constitucional de 1994, los recursos naturales pasaron a dominio provincial. Los ríos, los lagos, el subsuelo pertenecen a cada jurisdicción.

Con este criterio, los gobernadores de Neuquén y Río Negro reclaman para sus distritos las cinco hidroeléctricas ubicadas sobre el cauce del río Limay y las cuatro sobre el río Neuquén.